Pesada carga entre remos
la que transporta mi barca.
…Parece ya tan lejano
cuando partí una mañana…
Viajando con medio siglo,
¡tantos años a la espalda…!
que apenas puedo remar
para llegar a mi playa.
Aunque me gusta bogar
de noche, junto a la calma,
y así cubrirme de estrellas,
que ellas serán mi guitarra
y sus puntas los acordes
y mis remos pentagramas
y la llena luna será
la partitura que falta…
¡Que yo quiero navegar
otros cincuenta en la barca!
si las fuerzas me acompañan,
si las estrellas no faltan.
Y si he de volver a puerto
al despuntar la mañana
no me apenará el regreso
no habrá soledad amarga.
Que ya tengo a los amigos
que me esperan en la playa
por si tienen que ayudarme
a sacar del mar mi barca…
Pues oye, que aún eres joven, así que rema y rema -te crecerán músculos; a las damas les gusta-
Bello poema, amigo cincuentón 😉
Apapachos.
Jajaja, remaré, remaré, por la cuenta que me trae… Y por los músculos también… jejeje
Joven, joven, no lo sé. Digamos que tengo la experiencia suficiente para saber que aún me cabe otro tanto de experiencia nueva más en mi cuerpo y en mi mente.
Me alegra que te guste.
Abrazos también para ti.
¡Grazie, amici!
Las que tú tienes…
🙂