Inertes los badajos nos muestras. Pero, sin duda son el alma de las campanas. A saber todo lo que encerraran tras de si. Cuántos actos, religiosos, sociales e incluso momentos de alarma, habrán anunciado. Cada uno por separado o formando parte de las campanas de un carillón, creando una armonía conjunta.
Por cierto, los romanos creo que llamaban a las campanas «tintinábulas» o algo parecido (bonita onomatopeya).
Así es… parece que es como llamaban los romanos a las campanas. Al principio fueron campanillas de pequeño tamaño hechas de cobre, o algo así…
Por eso el título de la foto, porque fueron el alma de varias campanas y hoy se tienen merecido el descanso, en animada charla, los cinco badajos, en la puerta de un hotel de campo tomando el sol. Aunque bien podrían estar aún trabajando y tañendo con sus cuerpos los sonidos de la tarde o del amanecer…
Inertes los badajos nos muestras. Pero, sin duda son el alma de las campanas. A saber todo lo que encerraran tras de si. Cuántos actos, religiosos, sociales e incluso momentos de alarma, habrán anunciado. Cada uno por separado o formando parte de las campanas de un carillón, creando una armonía conjunta.
Por cierto, los romanos creo que llamaban a las campanas «tintinábulas» o algo parecido (bonita onomatopeya).
Vuelves a trasmitir con la imagen……¡te felicito!
Así es… parece que es como llamaban los romanos a las campanas. Al principio fueron campanillas de pequeño tamaño hechas de cobre, o algo así…
Por eso el título de la foto, porque fueron el alma de varias campanas y hoy se tienen merecido el descanso, en animada charla, los cinco badajos, en la puerta de un hotel de campo tomando el sol. Aunque bien podrían estar aún trabajando y tañendo con sus cuerpos los sonidos de la tarde o del amanecer…
Gracias por la felicitación.
Un abrazo.