Los días comienzan pronto
y su cuesta es infinita.
Pero amanecen tan bellos
que apenas notas subirla.
Y ya la tarde te indica
que estamos en cuesta abajo,
que prepares tus sentidos,
que abandones tus trabajos,
dando a tu vida emociones
bajo su manto estrellado.
Que la noche nos atrapa
y nos deja su legado…
¡Deja a tu cuerpo y tu mente soñando…!
…Y vente para tu luna,
que ya está casi encendida,
de par en par, como puertas
en que entras y no hay salida.
Para que tú la disfrutes,
te recargues con su luz
para que seas de día
la más bella estrella, tú…
…Aunque amanece temprano,
temprano la noche llega.
Y con ella nuestros sueños
para que velen la espera…
© 2014 J. I. Salmerón