…Hay veces que el daño,
al final, es bueno.
Nos hace más humanos,
y del sentir, un recuerdo
que no se va con los años.
Y perdura como nuestro,
acompañando el camino,
como las ramas de un árbol
con su sombra por destino.
…Hay veces que el sentimiento
es un aluvión de frío.
Es un torrente de sensaciones.
Es el discurrir de un río.
A pesar de que sabía
que me iba a resultar muy sufrido
volver a leerlo, volver a escribirlo,
volver a ponerle sentido…
Y es que es difícil,
muchas veces,
enfrentarse a lo que fuimos…
…Hay veces que el daño,
al final, es el destino…
Es el peaje que, de la vida,
pagamos por su camino.