Aparecí por tu espalda

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Y así fue…
Aparecí por tu espalda,
como susurro de viento,
como una hoja que cae
y en su caída no habla,
tan solo llega detrás
y te acaricia tu alma…

Son emociones intensas
que uno disfruta pasarlas,
aunque nos cueste los nervios,
aunque se encoja mi alma,
pero el final lo merece,
porque al final todo pasa
y todo llega con él,
con el final que te agrada…

Me fui en un soplo de aire
tras abrazarte la espalda.
Dejé tus hombros desnudos
con mis besos tatuada,
dejé un reguero de dedos
con mis caricias marcada.

Y me marche en el silencio
de la emoción contenida,
dentro de un hondo suspiro
donde se ahogaba tu vida,
dentro de tanto Amor
que se quedó a la deriva…

Y así fue…
Volví a remontar el vuelo,
volví a ser solo un murmullo,
volví a ser solo un instante
de la brisa del Amor,
del aire que te envolvió
aquella tarde al amarte
entre los vientos de un sueño…

© 2014  J. I. Salmerón

16 pensamientos en “Aparecí por tu espalda

    • Estoy totalmente de acuerdo contigo, como no podía ser de otra manera, claro. Pero es que este, cada vez que lo vuelvo a leer, me resulta tan sutil el acercamiento a esa persona, sin casi tocarla, como en estado de gas junto a ella, tan solo dejando suspiros y soplos de Amor y besos junto a su cuerpo… Yo también sonrío cuando lo leo porque me da tranquilidad y calorcito, de ese que aporta la manta en el sofá.
      Me alegra que te guste, Carmen.
      Un abrazo… Dos…

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