Y así fue…
Aparecí por tu espalda,
como susurro de viento,
como una hoja que cae
y en su caída no habla,
tan solo llega detrás
y te acaricia tu alma…
Son emociones intensas
que uno disfruta pasarlas,
aunque nos cueste los nervios,
aunque se encoja mi alma,
pero el final lo merece,
porque al final todo pasa
y todo llega con él,
con el final que te agrada…
Me fui en un soplo de aire
tras abrazarte la espalda.
Dejé tus hombros desnudos
con mis besos tatuada,
dejé un reguero de dedos
con mis caricias marcada.
Y me marche en el silencio
de la emoción contenida,
dentro de un hondo suspiro
donde se ahogaba tu vida,
dentro de tanto Amor
que se quedó a la deriva…
Y así fue…
Volví a remontar el vuelo,
volví a ser solo un murmullo,
volví a ser solo un instante
de la brisa del Amor,
del aire que te envolvió
aquella tarde al amarte
entre los vientos de un sueño…
Precioso, que cálida caricia con tus dedos. El último suspiro antes de partir.
Muy bonito, gracias por compartir.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Julia. Un suspiro por donde se nos escapa la vida, sí…
Me alegra que te resulte bonito. Gracias
Un abrazo.
Delicado, bonito, tan sutil, sus palabras te envuelven y te acarician. Bello poema
Es lo que tiene aparecer por la espalda con tan suave mirada…
Besos
¡Bonita sorpresa!
……y mejor relato……
Abrazo
Gracias por comentarlo.
Abrazos
Precioso poema, Juan Ignacio.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias Javi.
Abrazos
Ese es el poder del romanticismo puro… se me hace una sonrisa en el rostro. Precioso poema.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, como no podía ser de otra manera, claro. Pero es que este, cada vez que lo vuelvo a leer, me resulta tan sutil el acercamiento a esa persona, sin casi tocarla, como en estado de gas junto a ella, tan solo dejando suspiros y soplos de Amor y besos junto a su cuerpo… Yo también sonrío cuando lo leo porque me da tranquilidad y calorcito, de ese que aporta la manta en el sofá.
Me alegra que te guste, Carmen.
Un abrazo… Dos…
Veo que compartimos esa misma sensación, y si me lo permites, lo puedo comparar a los poemas románticos becquerianos, donde el elemento «fantasma», «intangible» forma parte de los elementos románticos en la poesía de la época. Un hermoso poema que me gustó mucho compartir.
Tres 😉
Será el sentir, que nos une.
Me ruboriza esa comparación, Carmen. Ni a la altura de una sola de las barbas de su pluma llego, pero me gusta y estoy encantado con ello. Siempre he pensado que es posible que yo yo sea de otra época, que pertenezca al pasado. Quién sabe…
Abrazos 🙂
A mi me pasa igual, también lo creo. Ciertos elementos del pasado van mucho conmigo. Abrazos.
Seremos de tiempos pretéritos, noble dama… 😉
Jaja, es posible, caballero!
Jeje… 😉