Te esperé en la noche y solo el otoño
llegó de repente mientras esperaba…
-en hondo silencio…-
Y hasta nuestra luna, que solo menguaba,
adiós me decía cuando me dejaba…
-en hondo silencio…-
“Volveré mañana a traer la noche
junto a tu ventana y quizás entonces…
-en hondo silencio…-
tengas tu respuesta, esa que esperabas.
Y si no la tienes pues no digas nada.
Que solo la noche será tu aliada,
y espera otro día hasta su llegada…
en hondo silencio…”
…Que el tiempo me sobra en las madrugadas
en hondo silencio…
O en risa alocada
cuando al fin regresa
la que yo esperaba…