Muy sugestivo, sí Manuel, a mí también me lo pareció. Iba por una calle central y cuando pasé por este angosto callejón hubo algo que me llamó para venirse conmigo, dentro de la cámara.
Pues más o menos. Además siempre voy cargado con parte del equipo. Y es curioso, me he acostumbrado y no me pesa, es ya una parte más de mí. Es que cuando algo te gusta no le ves los inconvenientes. Así siempre estoy preparado por lo que pueda pasar por delante de mis ojos.
Se pierde por lo angosto y por la poca claridad que hay? Linda toma
Me alegra que te guste. Para mí es una imagen muy evocadora. Muy íntima. A solas con esa angosta calle y con mis pensamientos, sin apenas luz del día.
Un abrazo
Muy sugestivo ese fondo donde la tarde se pierde. Saludos
Muy sugestivo, sí Manuel, a mí también me lo pareció. Iba por una calle central y cuando pasé por este angosto callejón hubo algo que me llamó para venirse conmigo, dentro de la cámara.
Un abrazo
Y los coches no pueden pasar, genial!!
Casi, casi, ni las bicis… Un callejón para el recogimiento.
Besos
… y se encuentra la noche 😉
Sí, con su silencio, su descanso, su magia…
Juan, te imagino cargando siempre con tu cámara. Genial!
Pues más o menos. Además siempre voy cargado con parte del equipo. Y es curioso, me he acostumbrado y no me pesa, es ya una parte más de mí. Es que cuando algo te gusta no le ves los inconvenientes. Así siempre estoy preparado por lo que pueda pasar por delante de mis ojos.
Un abrazo, Carol.
Mejor que sea así! De esa forma seguiremos disfrutando de tus tomas.
Abrazo!
Pues sí, mejor para todos. Y yo alegre de que disfrutéis.
Abrazos
Preciosa calle como para un relato.
Un abrazo y hasta pronto.
Pues ya sabes, Stella, escríbelo que yo estaré encantado de acompañarlo con la foto 😉
Un abrazo