Antes que padre fui hijo, y un día espero que abuelo.
Hoy doy el Amor fraternal que recibí de pequeño.
Siempre sus pasos mi guía. Siempre su voz como aliento.
Siempre mis manos cogidas dando a mi vida un paseo.
Era mi padre el guerrero que ganaba en mil batallas.
El sabio de las palabras contándome adivinanzas.
La vida fuera su escuela, extenso pupitre el mundo,
donde aprender las lecciones que te convierte en adulto.
La voz pausada y serena, templanza, razonamiento.
Encarándose a la vida, dándole un pase de pecho.
Trabajador y hogareño, amante de su familia.
Casi de tonto por bueno con esa gran empatía.
Añorando sus abrazos, recordando hoy esos besos
que para mí eran refugio cuando crecían mis miedos.
“Nada os dejaré en herencia…” Decía siendo ya viejo
sin ver el legado enorme que de él yo llevo tan dentro…
Que no necesito honores, ni oro, castillos o reinos.
Me basta con las caricias que me dabas de pequeño.
Tengo bastante tesoro con haber sido tu hijo,
tus enseñanzas de entonces hoy son diamante y platino.
Yo espero cumplir de padre. Confío estar a la altura
para poder transmitir tanta bondad y dulzura.
Tan solo espero recuerdo de mis hijos en mi ausencia
y que valoren los besos que yo les deje en herencia.
Muy lindas palabras Juan ! llenas de cariño y amor sincero… que cosa mas grata y dificil al mismo tiempo es ser padre. Ahora que lo soy, entiendo al mio 🙂
Un abrazo!
Es de esas situaciones que hasta que no se viven no se sabe lo que se siente. Ser padre es complicado, mucho, pero también muy gratificante. Una experiencia única, desde luego. Los padres son el mejor legado de nuestras vidas.
Un abrazo, Luis.
Hola Juan Ignacio, que hermoso poema has escrito. “Nada os dejaré en herencia…” Decía siendo ya viejo
sin ver el legado enorme que de él yo llevo tan dentro…
Es así, es lo que realmente es valioso, todo lo que guardamos de nuestro padre, que sin darse cuenta es más que oro y que cualquier piedra preciosa, ese corazón valiente y lleno de amor. Un fuerte abrazo! Feliz Día del Padre! ❤ ❤ ❤
Carmen
Muchas gracias, Carmen.
El envoltorio de poco vale si el contenido no posee la esencia que nos embriaga. Por eso el interior es siempre lo más valioso de la persona.
Un abrazo
Una gran verdad dices, Juan Ignacio. Abrazos de vuelta para ti tambien!
Es lo que yo creo, por lo menos…
Muchas gracias, Carmen.
Abrazos
Precioso y sentido poema. Un abrazo
Muchas gracias, Ramón.
Un abrazo
Me has emocionado y aqui estoy sin palabras , pero las lagrimas que me caen dicen mucho.preciosa foto.lo podias mandar al grupo.felicidades
Muchas gracias, María Luisa. Las lágrimas siempre alivian un poquito el dolor del alma.
Un abrazo
“La voz pausada y serena, templanza, razonamiento”.
……..asimismo te imagino yo.
¡Buen alumno fuiste, entonces, de ese gran maestro!
Asegurada está la transmisión de valores a tus hijos, no lo dudes.
Felicidades por el día y sobretodo por el poema, tan emotivo.
Un abrazo.
Bueno… Pues no sé… No me gusta mucho mirarme en el espejo para ver qué imagen interior tengo, pero supongo que algo quedará de él, seguro.
Espero dejar a mis hijos algo de las buenas enseñanzas que recibí. Espero…
Muchas gracias, Make.
Un abrazo
Gran herencia la que te ha dejado tu padre, Juan Ignacio. Hoy aplaudo doblemente tu poesía.
Un abrazo muy fuerte.
Una de las mejores que se pueden dejar, desde luego.
Muchas gracias, Isabel.
Un abrazo
Qué decir de este poema, tan bonito, tan tierno, lleno de amor y agradecimiento. En él describes perfectamente como era papá, una gran hombre, íntegro, bueno, amable, trabajador, tolerante y cariñoso. Llevas razón, te dejo un gran legado: sus cualidades. Bss
Pues eso, qué decir…
Besos
Hermoso y sentido el poema. Buen maestro tuviste!
Un abrazo y hasta pronto.
Creo que sí, que lo fue.
Muchas gracias, Stella, por tu comentario.
Un abrazo
Un poema de admiración, cariño y añoranza profunda a tu padre Juan I. No entiendo mucho de eso porque no lo viví, más ello no impide que crea profundamente en tus palabras y me hayan conmovido.
Un abrazo.
Muchas gracias, demiannicolas. Así fue, un poema lleno de admiración y mucha añoranza, como con todo lo que terminar por marcharse. Siento que no lo vivieras, pero si perdiste alguna vez algo que amaras mucho, pues es eso, la pérdida total de algo irremplazable. Tu empatía es suficiente para entenderlo y conmoverte, seguro, seguro…
Agradezco tus palabras.
Un fuerte abrazo.