Vacío, solo vacío.
Página en blanco, desierta.
Muerta de letras llegó,
no pudo mi alma leerla…
¿Y dónde está tu respuesta…?
¿Y dónde están tus palabras,
que anudadas son como
ramos de flor en una cesta…?
¿Y dónde está tu risa inquieta
que intuyo entre tus frases,
limpia y fresca…?
¿Y dónde están tus dedos
que teclean y ordenan
ese inmenso mar de letras…?
¿Dónde está, amiga mía, tu respuesta…?
Que el vacío del silencio a mí me inquieta…
¡Que yo quiero tus palabras,
que a mi pobre alma alimentan,
que son como agua de lluvia
para que el jardín florezca!
Yo espero tu parecer,
quiero tus mágicas letras
que como besos de Amor
empapan a mis ideas.
Tú escribe, yo leeré.
Que la sequía no crezca.
No conviertas en erial,
no dejes sin su volar,
a tus palabras viajeras.
¡…Sigue escribiendo a mi Amor,
que llenen mi corazón!
que él siempre estará a la espera…