Abrieron puertas y rejas,
me quitaron las cadenas.
Ayer mi alma era presa
cumpliendo dura condena.
Y todo porque no saben
los que las leyes gobiernan
que vale más sueño en mente
que realidades eternas.
Hoy vuela libre mi sueño,
que se ganó la licencia
de pasear esta noche
junto a esta luna tan llena.
Tomó el camino del pozo,
donde tiré la moneda,
donde prometí a mi Amor
que soñaría con ella.
Y desde el fondo me llama
para que le lance un sueño
esa luna que en el pozo
quedó su reflejo preso.
Y yo le tiro una escala
hecha de abrazos y besos,
prometiéndole esta noche
ser la reina de mi cuento.
Y la luna te encontró,
yo le dije dónde hacerlo,
y te invitó a que escaparas
de la verdad a mis sueños.
Así yo pude juntar
con el río de mis besos
la inmensidad de tu mar
cuando en tu boca me pierdo.
Y al fin dejarme apresar
por la sombra de tus brazos
que como ramas de sauce
lloran sintiendo mis labios…
Hoy rimo en versos tu cuerpo,
y otra condena se cierne
que a gusto yo he de pagar,
pues solo sueños contiene.
Que de esta cárcel no quiero
que la verdad me libere…