La noche, blanca de luna,
ayer fue oscuro y silencio
por no tener la fortuna
de compartir ya tus besos.
Y yo soy como la luna,
y mi boca, pozo seco,
al no beber, uno a uno,
el elixir de esos besos…
El día, rojo de fuego,
ayer fue frío, de hielo,
por no tener el calor
que da abrazarse a tu cuerpo.
Y yo soy como ese sol,
y mi vida, eclipse entero,
que apaga mi corazón
al no abrazarte de nuevo…
Como una estrella fugaz,
solo te tuve un momento.
Como una ola, tu beso,
me cubrió y se fue de nuevo.
Como en la noche, un desierto
donde no encuentras camino,
entre montañas de arena
perdió mi Amor su destino…
La luna me lo gritó:
“No hay besos de madrugada…”
El sol, al irse, me dijo:
“Ya no podrás abrazarla…”
Aun así, todos los días,
cuando el sol se va marchando,
me acompaña por el río
por si tu abrazo encontramos.
Y la luna, entre los bosques,
me ilumina tu camino,
donde sabe que escondiste
los besos que yo te pido…
…Tu abrazo espero encontrar.
Tu beso escondido ansío…