Contra los dragones luchas a diario
en esta batalla dura que es la vida.
Espada en lo alto, armado tu brazo,
la coraza prieta que el dolor impida.
Siempre son las sombras negras acechando,
siempre los temores de salir vencida.
Pero tu coraje avanza paso a paso
para demostrarnos que eres la heroína.
Eres la estratega de los días pares
y con los impares haces maravillas.
Ni Juana de Arco te llega a la altura,
ni Isabel I, reina de Castilla.
Tu paso ligero no frenan los montes.
No hay valles ni ríos que te pongan freno.
Cuenta la leyenda que eres una sombra
que con su presencia abarca milenios.
Te crees tan débil como hoja de invierno
que el viento arrastrara a su voluntad,
pero eres el árbol, tan grande y tan fuerte,
que ni un huracán de moverte es capaz.
Tú eres ese ejemplo que estudian los libros.
Eres alma, arrojo, corazón, deseo.
La envidia de tantos otros luchadores
que ven tu figura al mirarse al espejo.
Eres sol y brillo en días perfectos.
Esa lluvia fina que nos da la vida.
Eres esas tardes que se van de lejos.
La que arropa estrellas en las noches frías.
Sigue con tu lucha incansablemente,
que no habrá dragones ni sombras oscuras
que sean capaces de hacerte desgaste
para que no sigas siendo la heroína…
Que precioso poema!! 😺
Muchas gracias, Carmen. Me alegro mucho que te guste, que sea de tu agrado.
Abrazos
Un poema delicioso y aleccionador. Me ha gustado mucho
Un abrazo, Juan Ignacio
Gracias, Leo. Era un poema en deuda a las mujeres luchadoras, a las que no se dan cuenta del esfuerzo que realizan cada día.
Me alegro que te gustara.
Un abrazo
Precioso el poema. Brindo por todas las heroínas del día a día, que luchan sin descanso ni reconocimiento alguno en esta vida.
Enhorabuena por el texto, Juan Ignacio.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Exactamente eso era lo que quería transmitir, el esfuerzo sin compensación de las luchadoras.
Un placer saber que te ha gustado. Muchas gracias.
Un abrazo, Javi.
Bravo Juan!! te doy las gracias en nombre de todas las mujeres a las que de alguna forma va dedicado este poema. Mujeres incansables y trabajadoras, madres y compañeras, independientes y solidarias, valientes y arriesgadas, cálidas y acogedoras, soñadoras y realistas…gracias
Es que hay gente que no se da cuenta del esfuerzo, del trabajo silencioso que realiza día a día, y que piensa que es insuficiente para su obligación sin saber el gran trabajo enorme que hace. Va para esas luchadoras que piensan que no hacen lo suficiente y que fracasó su existencia por no ser valoradas. Para que su ánimo no decaiga y se enteren de una vez que su trabajo es imprescindible para que la vida se mantenga en pie y que sin ellas, esto no sería igual. Que se enteren de una vez…
Muchos besos, luchadora!!
Gracias, Juan Ignacio,
Yo, como mujer, siento tu poema como mío.
Besetes de viernes.
Es tuyo, María, por supuesto… es tuyo.
Para vosotras va dirigido, para tanta luchadora anónima pero imprescindible.
Una alegría saber que no queda huérfano el poema y lo adoptas para ti.
Muchos abrazos
Y yo me lo quedo con el orgullo de saber que es tuyo.
Mil besos.
Agradecido, María.
Fuerte abrazo.
Gran poema, Juan Ignacio. Gracias por compartirlo.
Un fuerte abrazo.
Gracias a ti, Isabel, por leerlo y por comentarlo. Ya sabes que es importante saber que estáis ahí además de intuirlo.
Un gran abrazo.
A veces estamos «de baja» y no se puede.
Un abrazo.
Bueno, lo importante es saber que estáis ahí.
Abrazos, Isabel
Admiro tu capacidad para captar y plasmar de esta manera.
Y admiro a las heroínas y a los héroes de cada día, increíble lo que consiguen y lo que superan.
Cuándo las fuerzas nos abandonan para seguir, como hasta entonces has hecho, ¿podrias preguntar, a tu o tus inspiradoras, qué hacer?
¡Enhorabuena por tus letras!
Un saludo
Gracias por comentar el poema y por tu admiración por mi capacidad, aunque no tiene tanto merito como crees, y menos si lo comparo con esa heroína, con tantas heroínas que luchan a diario por seguir viviendo y hacer vivir a los demás.
Cuando las fuerzas abandonan, Make, es fácil saber qué hacer, tan solo hay que tomar aire, descansar un rato, darle espacio a los problemas, verlos desde otro ángulo, tomando distancia, y cuando nos hayamos recuperado, pues volvemos a la carga, pero con más fuerza, con más ganas, con las fuerzas físicas y mentales renovadas, con la idea y fe ciega de saber que no nos vamos a dejar vencer, que somos capaces de ganar a ese problema que nos acosa. Y si no lo ganamos, por lo menos saber que lo tenemos controlado, que no va a ser capaz de amedrentarnos. Ver que a nuestro alrededor hay mucha gente como nosotros luchando y que no van a dejarse vencer, y nosotros tampoco. Eso es lo que yo opino aunque soy consciente de que no es fácil lo que digo, pero de esta forma seremos más fuertes mentalmente y el resto, lo físico, será más fácil de que lo consigamos…
Espero que lo que te cuento te parezca adecuado, aunque solo sea mi opinión y yo no esté dentro de ese grupo de luchadoras incansable. ¿O puede que sí, que yo también tenga algo de luchador…? ¡Quién sabe…!
Gracias y un abrazo, Make.
Gracias por el consejo, luchador (seguro que lo eres): dar distancia y relativizar…………lo tengo pendiente, Intentaré ponerlo en práctica.
Un abrazo Juan
Más que un consejo es un pensamiento, que no soy yo quién para dar consejos a nadie. Pero si te vale…
Un abrazo, Make
Luchar es lo nunca se debe de hacer.
Bonitas letras.
Saludos.
La vida es lucha continua, a veces suave, a veces a muerte.
Gracias, efe.
Abrazos