Te vi acercarte de lejos
y tu sonrisa iluminó
por un instante mi cielo.
Solo quise que tus ojos,
cuando cruzaran los míos,
fueran de mirada eternos.
Y tus palabras, calladas.
Y tu respirar soneto.
Y que tus catorce versos
puedan mis labios beberlos…
Sentí caer esos copos
de nieve sobre el recuerdo
que difuminan tu cuerpo.
Y tu imagen poco a poco
se hizo difusa y lejana
entre tormenta de invierno.
¡Son tan cortos los minutos
que comparto junto a ti
que maldigo a ese reloj
que abraza tímido el tiempo…!
Solo las manos cogidas
tuvimos entrelazadas
unos escasos momentos.
Que nos faltó más valor
para decirle al Amor
que se abrazaran los cuerpos.
De nuevo vuelta al adiós.
Y otros dos tímidos besos
en las mejillas nos dimos,
junto a las bocas en celo.
Te vi marcharte de nuevo
y aquel cielo tan azul
se volvió gris por momentos.
Y mi sonrisa mudó
volviéndose desespero
al no parar ese tiempo.
De otro gran sueño despierto.
Que cuando sin ti yo duermo
siempre sueño con tu Amor,
por eso tanto te sueño…
Precioso, no sé que decirte , me dejaste la mente muda jajajajaja.
Un beso y una sonrisa 🙂
Con lo que dices es suficiente, Melani. Tu «no palabra» dice ya mucho…
Fuerte abrazo y mis agradecimiento.
Gracias. Abrazos de mi para ti.
🙂 🙂
El reloj siempre en contra de esos encuentros, tan ansiados como fugaces.
Ese entrelazar las manos, ese cruce de miradas, lo dicen todo, sin mediar ni una palabra, juntando verso, tras verso, uniendo alma con alma.
Por suerte, estos momentos que todos habremos vivido alguna vez, perduran en el recuerdo, manteniendo la esperanza de repetirlos de nuevo.
¡Precioso poema!
Ah, gracias por los recuerdos desempolvados……………¡son vida!
¡Feliz sueño!
El reloj siempre traiciona. Adelanta y retrasa a su gusto los momentos que nosotros queremos que vayan a la inversa, pero de momento no hay forma de cambiarlo.
Los momentos agradables siempre quedan en el recuerdo, y mucho más si tienen alma y verso, como tú comentas, y los del poema lo tuvieron. Pero lo mejor es pensar en repetirlos, en llenar de nuevo los bolsillos de momentos llenos de versos y de sueños, de estos agradables momentos…
Gracias por tu encuentro aquí, por tus comentarios, por tus momentos.
Un abrazo, Make.
Gracias a ti por crear momentos especiales, Juan.
Nadie más que tú haces esto posible……..me gusta como pones en práctica el verbo CREAR y como creas con tu VERBO.
Gracias
Gracias por tu amable comentario, Make. Uno hace lo que puede. Tan solo dejo parte de mi sentimiento en tinta de versos.
Me satisface que te llegue de esa manera. Es lo que intento.
Un abrazo
Hermoso poema, «tejes» muy bien los sentimientos de amor.
Un abrazo.
Será que el Amor me llama, no sé…
Gracias por el comentario, Isabel. Me alegro que te guste.
Abrazos
Ay, qué poema tan bonito y tierno, me ha gustado mucho, me ha hecho recordar y sentir amores pasados y juveniles.Seguro que cuando ella se alejaba el reloj marcaba las diez. Bravo
Cada vez que alguien importante se va, se aleja por el horizonte del sentimiento, hay un reloj interno que se para y siempre marca esa hora maldita donde la unión de dos se desata. Puede que fueran las diez, o las doce de la mañana…
Por cierto, muy acertada la foto, me suena jeje
Ya me imagino…!!
Bonitos versos, puro sentimiento.
Buenas tardes te he nominado para el premio » Blogue@ de buen rollo», pasa por;
https://juliaojidos.wordpress.com/2016/03/03/sonido-de-trompetas-platillos-anuncio-de-otro-premio/
FELICIDADES!!!
Julia, agradezco mucho tu generosidad conmigo, con mi rincón de foto y escritos. Estos premios son el engranaje perfecto para que el mecanismo continúe en movimiento, para seguir creando luz y verso.
Un honor formar parte de tus nominados, con los que espero algún día estar a la altura.
Gracias por este «buen rollo»
Un fuerte abrazo.
😉 feliz fin de semana
🙂