Cuando yo te conocí,
la primera vez que viajó
dentro de mí tu mirada,
sé que en ese mismo instante
yo a ti, ya te amaba…
Al notarte junto a mí,
como esa brisa tan suave
que empujando trae el aire,
ya sabía que tu Amor
era parte de mi tarde.
Y yo quise que tus pies
fueran raíz sobre mis días.
Y que los míos, errantes,
dejaran de caminar
en la huella que dejaste.
Por eso no te he de olvidar
aunque sea la intención
la que a veces me lo pida.
Tú vives en mi voluntad
siendo parte de mi vida.
Cuando yo te volví a ver
del invierno fue su fin,
y tus ojos al mirarme
fueron sol de la esperanza
en primavera.
Que el abrazo que nos dimos
nos unió con tanta fuerza
que al final un corazón
solo latió en esa unión
por tanta espera.
Y di la mano a tus labios
para perderme en su bosque
que tanto echaba de menos…
Mi soledad me dijo adiós,
hoy se marchaba muy lejos.
Quizás fue casualidad
que en la vida coincidieran
tu mirada y mi mirar,
pero desde aquella noche
mi vida volvió a empezar.
¡La espera valió la pena…!
Muy hermoso poema, Juan Ignacio! Gracias por compartirlo, Trovador ❤
Gracias a ti, Carmen, por pasarte, leerlo, enamorarte y ponerlo.
“El trovador bajo tu balcón
trova con letras toda noche,
y son las rosas de tu pasión
las que a la rima ponen su broche…”
Un abrazo, Carmen.
Ayyy, Precioso! ❤
Jejeje… 🙂 😉
Cuándo vale la pena, cualquier cosa se da por bien empleada, incluso la espera.
Felicidades por la fotografía, es delicada y por los versos tan sentidos que compartes…..
Enhorabuena por ese final feliz de la espera…….disfruta el logro.
Un abrazo
Ser paciente, a veces, tiene su recompensa. En cualquier caso, en ciertos momentos, no cabe otra cosa que esperar y confiar en que el final será el esperado, con el disfrutaremos por mucho rato.
La vida es como un cuento, y siempre esperamos ese final feliz que va incluido en el argumento.
Gracias por tu comentario, me alegra saber que son de tu agrado la foto y el poema.
Un abrazo, Make.
Seguro que la espera valdrá la pena y que cuando vuelvas a publicar nos harás soñar de nuevo…….¡Vamos anímate, el curso ha comenzado!
¡Se te echa de menos!
Un abrazo muy fuerte Juan.
Confío en que la espera haya merecido ciertamente la pena.
Hay veces en que el tiempo se encoge y dura menos de lo previsto. Y no queda suficiente… Y no llena mi destino… Y no cubre tanto sueño… Y no puedo compartirlo…
Un abrazo, Make