Era el mar su jardín

Juan I. Salmerón

Era el mar su jardín,
y las flores las olas alegres que rompían riendo.
Era el sol su amistad,
y sus rayos peldaños dorados que llevan al viento.

Y los barcos de vela,
ese blanco que deja la espuma al seguir una estela.
Y los peces nadando,
un inmenso tapiz plateado que pisa descalzo.

Y la tarde el adiós,
que no ha visto volver ese sol que se va en horizonte.
Y la luna el Amor,
el que espera en silencio poder contemplar en la noche.

Recordando en el mar
que allí nadan y vencen o mueren los miedos.
Y el sabor de su sal
que llevaban cautivos del viento sus besos.

Y la noche lloró,
entre olas se ahogaron sus lágrimas negras.
Y su mar marchitó,
apagando su voz cual fugaces estrellas.

Ese gran corazón que en la arena pintó
se marchó con las olas al mar del silencio
a buscar otros puertos que llenen de Amor
y en su orilla de sal no se borre el recuerdo.

Era el mar su jardín
y el Amor su deseo…

©2016  J.I. Salmerón