…Tengo una caja de besos
guardados junto a tu cama
para que llegue esta noche
y fundirlos en tu almohada.
Mis besos desesperados
hacia tu boca ya corren,
se encierran bajo tus labios,
entre tus sueños se esconden.
¡Quién pudiera atravesar
la distancia con mis besos.
Quién supiera hacer de sol
este oscuro sentimiento…!
Mis besos ya son esclavos
de tu mirada de estrella
y de la seda que dejan
tus besos cuando me besan.
Te besaré con cuidado,
en las manos, en el cuello,
y subiré hasta tus labios
para quedar satisfecho.
¡Quién supiera hacer besar
los labios de un sentimiento.
Quién pudiera acariciar
tu boca desde tan lejos…!
La caja llena de besos
y un corazón conquistado
dejaré junto a tu almohada,
donde hoy tu beso es descanso.
Y esta noche, si me sueñas,
abriremos el regalo
de la caja de los besos,
que el corazón se desboque,
y que despierten tus labios…