El papel está en blanco.
Y mi mente, vacía hace poco,
vuela ahora a lo lejos,
ahora te está pensando.
Y recuerda el momento
de la sombra a tu paso.
Y recuerda el regalo
de tu beso a mi lado.
Y de nuevo te escribo.
Y mi alma alza el vuelo
como cometa blanca
de papel de los sueños.
A tus ojos ya llego.
Es el viento el que suave
va arrastrando palabras
que te mando en el aire.
Y de nuevo mi mente
queda muda un momento.
Y de nuevo te pienso.
Y de nuevo alzo el vuelo.
Otra vez por el aire
busco tus ojos negros.
Los que saben leerme,
donde anidan mis versos.
Te escribo, y mi corazón,
que ha surcado los vientos,
que ha volado a tu encuentro,
ahora yace cansado.
Y descansa tumbado
sobre cada renglón
donde lee tu nombre.
El que siempre he pensado,
el que yo he pronunciado,
ese que él solo sabe.