La noche avanza despacio
y mi corazón,
todavía más lento,
se ha parado a descansar
mirando sobre la luna.
La lluvia llama entre tanto,
tocando suave,
detrás de los cristales,
Invitándome a bailar
agarrado a tu cintura.
Tú duermes, ojos cerrados,
seguramente soñando.
Yo aún me mantengo despierto
viendo de lejos tu cuerpo
cómo se marcha volando.
De esa dulce sensación
soñando que este recuerdo,
pleno de Amor,
va impregnando al corazón
inundándolo de besos.
Aún tengo lleno el cajón
de los abrazos pendientes
que nos debemos.
Aún sopla el viento esta noche
cargado de frío invierno.
Descansa mi corazón
en la almohada del olvido.
No hay más tiempo.
La noche se va hacia el mar
y al despertar, tú, ya te has ido…