Tardaremos
lo que tengamos que tardar,
que ya da igual.
Mucho, poco,
¡Qué más da!
lo que tardemos.
Tardaremos
hasta que el viento
quiera juntar nuestros cuerpos.
Como hojas secas
que en el otoño
lleva volando ese viento.
…Quisimos parar el tiempo
en el reloj de pared.
Se nos hacía tan corta
la noche, boca con boca,
hasta ver amanecer…
Tardaremos
mientras tú quieras esperar
a mi regreso.
Mientras las tardes
se vistan de dulce ocaso
en los recuerdos.
Tardaremos
mientras exista la esperanza
de volvernos a encontrar.
Como encontramos esa noche
aquel loco caminar
hacia los besos.
…Empujando sus agujas
para que llegue el momento.
¡El reloj se ha detenido!
Apenas pasa este tiempo
que me desgarra el recuerdo…
Tardaremos
lo que tengamos que tardar,
que aún queda tiempo…
Nada más puedo decir… ¡Qué belleza! Lo bueno tarda.
…Pero siempre llega.
Gracias, Melba, por tu comentario.
Gracias, Melba, por lo que te ha gustado.
Gracias, un abrazo.
A ti por dejarme disfrutar de tus letras.
¡¡¡Muy bueno Juan ignacio!!!!
¡¡¡Precioso Poema, El tiempo no se detiene, es verdad!!!
¡¡¡Pero los enamorados, si, pueden volverse a encontrar, aunque el reloj se detenga!!!
Un abrazo y buen Fin de Semana
Siempre hay una esperanza rondando, Rosita, siempre hay un momento que andamos buscando y que acaba por encontrarnos.
Un abrazo
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Paciente espera, seguro valdrá la pena………..
¡Muy bonita poesía!
Un abrazo
Yo creo, más bien lo sé, que la espera siempre tiene su recompensa. Lo que pasa es que es duro esperar.
Me alegro que te guste, Make.
Un abrazo