Así quedó su triste corazón,
como esa silla, trivial y vacío.
Así quedó por dentro el desafío
de volver a sentir una emoción.
El alma buscaría la ocasión
para que aquel erial tan yermo y frío
dejara de una vez de ser baldío
y diera como fruto una pasión.
La luna volvería a ser su guía,
y una estrella farola al caminar
para ir iluminando su agonía.
Que un sueño no se debe abandonar
aunque nuestra esperanza esté vacía.
Que esa silla, se volverá a llenar.
¡¡¡ Que romántico!!!
¡¡Le ha tocado la soledad de un lugar vacío!!!
Hermoso Amigo!!!
Abrazos
Gracias, Rosita. Seguro que se volverá a llenar.
Abrazos
La silla se volverá a llenar y yo volveré a comentar tus preciosos poemas. Dame un poco de tiempo, el fin de curso está siendo agotador. Besitos.
Hay tiempo, no te preocupes.
Hay tiempo, no te preocupes.
Me gusta la silla de lunares. Se volverá a llenar como de pasión tus poemas hermosos.
Gracias, Melba. Seguro que sí, que se volverá a llenar
Abrazos
🙂
Precioso soneto
El alma buscaría la ocasión
para que aquel erial tan yermo y frío
dejara de una vez de ser baldío
y diera como fruto una pasión.
Esta parte me encanta
Vaya, Alfredo….!! Sé bienvenido a los comentarios. Espero que no sea solo una muestra y se repita.
Me alegro que te guste y que lo compartas con nosotros.
Ya sabes que esas sillas vacías, entre todos, las llenaremos enseguida…
Gracias y un abrazo, nos vemos pronto.
Hermosa poesía.
Me encantó.
Abrazos.
Me alegro mucho por ello, Stella. Un placer saberlo.
Un abrazo