Fue al comenzar el ocaso,
cuando los miedos se acuestan
y en su lugar se despiertan
los sueños donde gozamos.
Cuando la luz escasea.
En el preciso momento
donde el sol casi se ha puesto
y cobra vida la vela.
Cuando las tardes que hay nubes
el sol las besa de cerca
llenándolas de vergüenza
y en rojo carmín las cubre.
Cuando la sombra recorre
cada baldosa en la acera
y ciega la carretera
tapada por ese monte.
Fue cuando andamos despacio.
Cuando el día ya nos vence
y el cansancio crece y crece
hasta dejarnos exhaustos.
¡Cuando el cielo se ha quebrado…!
¡Cuando esperamos la luna…!
Cuando ese gato deambula
gozando por el tejado.
Entonces fue cuando digo
que pude oler tu perfume.
Ver tu figura en la nube
pasear al lado mío.
Entonces llega el recuerdo…
Como cada atardecer
en que no te he vuelto a ver
y yo te sueño despierto.
Fue en el nuevo amanecer
de la noche oscura y fría
donde cada melodía
recuerda que yo te amé.
Fue en el ocaso del día.
Fue al esperar tu volver
desde los tiempos de ayer
a darle luz a mi vida.