De nuevo vi tu rostro tan lejano,
te vi pasar tan fuera de mi vida
que fue como un sabor a despedida,
como un adiós de tu mano a mi mano.
Ya sé que tú y yo nunca nos besamos.
Que jamás fuiste al fin del todo mía.
Y en ese callejón de lluvia fría
mi pobre corazón rompió en pedazos.
Pero es que desespero, sin mentirte,
cómo por mi esperanza te busqué
hasta que el corazón decidió irse.
La vida es tan difícil de entender
que nunca sé muy bien cómo decirte
lo mucho que lloré por tu querer.
Te lo cojo prestado, pero sin regreso. Si quieres ver a tu poema recién parido tendrás que volar esta la palapa de canela y miel.
Ciao 🙂
¡¡¡Precioso !!!
¡¡¡Me ha gustado mucho, cuando se llora por amor también es bueno!!!
¡¡¡Gracias por responderme cada devolución de tus entradas!!!
Abrazos amigo