Sombras parecen cuando voy mirando.
Objetos sin definir,
borrones sobre el asfalto.
Figuras lejanas en los recuerdos.
Latas que son vacías,
libros viejos sin un dueño.
Siempre me pregunto de dónde llegan.
Cómo será su vida,
qué piensan en sus cabezas.
Dónde, cada uno, sus sueños sueñan.
Si tienen dónde vivir
cuando la noche está cerca.
Incluso muchas veces he dudado
si fueron antes niños,
si tuvieron un pasado.
Si supieron disfrutar ese tiempo.
Si jugaron con viajar,
si a la luna ya subieron.
Siempre, pasar deprisa por la vida,
es ir viajando hacia atrás,
es no jugar la partida.
Por eso me gusta pararme a observar,
Ir despacio, sin correr,
saborear cada día,
y sentarnos a charlar.
Pues aparquemos la prisa y charlemos, saboreando el momento.
¡Bonito poema!
Un saludo
Hay que empaparse de los momentos, de otra forma pasarán por delante y no dejarán huella en nosotros, en nuestros recuerdos.
Me alegra saber que te ha gustado. Gracias, Make.
Un abrazo
Genial 🙂 Tienes una mente muy productiva .
Abrazos ❤
Da para lo que da, nada más. Pero si os llega, yo encantado por ello.
Abrazos, Melani.
¡¡Ay, quién tuviera tiempo para tener tiempo…!! Un poema para reflexionar. Me gusta.