Tu reja

Tú siempre quedabas dentro,
yo fuera, sobre la acera.
Detrás de aquellos barrotes,
detrás de la vieja reja.

De vez en cuando se oían
tus pasos por el pasillo.
Yo imaginaba tu cuerpo
acercarse junto al mío.

¡Tantas tardes estuve
pendiente de que me abrieras…!
¡Tantos sueños tirados
sobre el suelo de esa acera…!

Me llamaban la maceta
de tantas horas que estaba
pegado sobre esa reja,
cerquita de tu ventana.

Pero mi cuerpo un erial
de tierra fría y baldía
hasta que no germinara
en mi tiesto tu semilla.

¡Siempre esperé en la calle
a que tu voz me llamara…!
¡Siempre soñé tu boca
detrás de esa reja amarga…!

Ahora que paso en tu calle
y ya no espero por verte,
ahora que no oigo tus pasos,
te asomas como inocente.

Y clavas sobre mis pasos
tus ojos negro azabache,
y tus manos atraviesan
la reja para tocarme.

Tu reja ya no me atrae
como lo hacía en verano.
Ahora tengo mis flores
en un local, hibernando.

Ya solo será otra reja,
otra ventana en recuerdo.
Un verano ya olvidado
donde esperaba por vernos…

© 2017  J.I. Salmerón