Apenas dieron las doce.
La nube gris, el cielo nubló.
Campana sobre campana.
Y al sur de aquí, su viento sopló.
Con su viento, su alma.
Tanto volar, cansó el corazón.
Despacio, todo con calma.
El tiempo, al fin, corrió a su favor.
Y desde arriba divisa
al sol encima de ella.
Su panza, gris de ceniza.
Cual Oso está en su caverna.
Abajo, verde pradera,
espera verla llorar.
Y a ella le entra flojera,
y empieza fuerte a mojar.
Descansa sobre el silencio.
El aire va, arrastrando sus besos.
Ya flota sobre sus sueños.
La nube gris, va abrazando los cielos.
Su paso, a veces sereno.
Contando va, cada grano de tiempo.
A veces, rayo y su trueno.
Y en un soplar, solo ves su recuerdo.
Rasgando en esa veleta
su cuerpo, que es primavera.
El agua llena la vida.
Y el río espera que llueva.
Apenas dieron las doce.
La nube gris, va mojando en su pena…
👌
Gracias, lucesysombras. Me alegra saber que te ha gustado.
Un abrazo
De nada
😘
¡¡¡Preciosa Poesía Juan!!!
Un fuerte abrazo amigo!!!
Muchas gracias, Rosita, por comentarlo.
Abrazos
MAGNIFICA POESIA
Muchas gracias, pippobunorrotri, me alegro de que así te lo parezca.
Un abrazo
¡Qué poema tan bonito! Las nubes grises siempre son tristes, y esperamos ansioso que se rompan para dejar paso al sol…pobres nubes, ¿qué culpa tienen ellas de su color?
Pues eso digo yo. A cada uno le toca su papel en esta vida y lo tiene que realizar lo mejor que sabe, y la nube gris, de eso de llover, sabe un rato…