Te escapaste entre mis dedos.
Como el sueño que se escapa cada día al despertar.
Hoy apenas te recuerdo.
Como no recuerda el día que su noche ha de llegar.
Aun así sigo buscando en cada esquina.
Sigo aún dando tu nombre
a la gente que se esconde,
por si allí pudieran verte a ti escondida.
Aun así no quiero darte por perdida.
Como a carta sin su sobre,
o arco iris sin colores.
Sigo aún pensando en ti día tras día.
En tu adiós ya no hay consuelo.
Se tiñó de oscuro el cielo sin estrellas que contar.
Triste boca sin sus besos
que vacía de te quieros solo supo ya rezar.
Aun así voy a esperar.
Aun así llegará el día tras su noche.
Y tu estrella volverá.
Y de luz se inundará mi corazón…
Te escapaste entre mis dedos.
Y aún no sé por qué motivo ni razón…
A veces no hay motivo ni razón para la ausencia, simplemente las personas se van, los sueños se terminan, los amores se rompen y el tiempo pasa; pero haces bien en seguir buscando, quizá…
Bonito poema.
Si queremos algún día encontrar, siempre hay que seguir buscando…
Todos las relaciones de amor son maravillosas, incluso las que acaban, siempre se recuerda los momentos de felicidad.
Me encanta tu poema, aunque el amor se te escapo entre los dedos. Es que el amor es escurridizo.
Abrazo.
El Amor es efímero, como la vida, y como ella, siempre se termina yendo. Pero los recuerdos perduran, y despiertan los dormidos sentimientos…
Gracias, Melani.
Abrazos
Entre tus dedos, su tacto…..
¡Precioso poema!
Un abrazo.
Y entre tu tacto, un sin fin de sentimientos… podría terminarse la frase, ¿no crees…?
Me alegro que te guste, Make.
Un abrazo