Aún pienso en ti

Aún pienso en ti.
Como ayer te pensaba,
como hoy yo te pienso,
como lo haga mañana…

Aún pienso en ti.
Y ninguna palabra
se esconde en mi boca,
como en aquellas tardes
donde muda, mi habla,
no atinaba a decir
todo lo que te amaba…

Y si un día de nuevo
tu mirada y mi sino
vuelven a las andadas,
yo no quiero, y lo siento,
que tú esperes de mí
ni una sola palabra.

Solo tengo por darte
un abrazo. Uno intenso,
uno largo y profundo,
uno que cale hondo,
rebosante en pasión,
de esos que se nos clavan
despacito en el alma.

Ya lo sé, lo he vivido,
que los sueños que sueñas,
los que nos acompañan
cuando llega la noche,
son pompas de jabón
que si soplas muy fuerte
o acaricias sin tacto,
sin poder evitarlo,
delante de nosotros
van y explotan de pronto.

Desvanece ese sueño
que tan fuerte has soñado…

Aún pienso en ti.
Aunque a veces yo dude
si al pensarte tan fuerte
eres como esa pompa
que se rompe en pedazos
y ante mí, desvaneces.

Aún pienso en ti.
Algunas tardes…
Algunas noches…
Algunas veces…

©2019  J.I. Salmerón

Aún puede sentir…

Aún puede sentir…

¡El abrazo del sol en su cara.
La caricia del viento en su pelo.
El olor del pinar en la tarde
que aquel día a su cuerpo embriagaba!

Aún puede sentir…

¡Que la vida, que viaja a su lado,
en pedazos, que son sentimientos,
cobijados al lado del alma
cada día el Amor le regala!

Es el sentir lo que tiene,
dentro del corazón,
atrapada a la emoción…
Sí, ya lo sé,
es el sentir un dolor.
Pero el que no siente nada,
es que no siente el Amor.

Aún puede sentir…

¡Cómo moja calando los huesos
cada flor convertida en los besos
que a su boca el rocío llenaba
y en sus labios la vida le daba!

Aún puede sentir…

¡Que es lo bueno que tiene estar vivo,
el sentir el abrazo y los mimos,
el sentir la oración de un domingo
suplicando no perderse nada!

Es lo que tiene el sentir
desnudando el alma entera
para que, al fin, uno quiera…
Sí, ya lo sé,
es el sentir la experiencia,
y del Amor es la ciencia,
hasta que el Amor se muera.

Aún puede sentir…
Que en esta vida, el vivir,
es lo que acorta la espera…

©2019  J.I. Salmerón

Fin de fiestas

¡Que apaguen luces y estrellas…!
¡Que cesen las panderetas…!
¡Que enmudezcan villancicos,
que ya acabaron las fiestas…!

Ya vuelve la madrugada,
avisando en la rutina,
que se apagaron los sueños
que los reyes prometían.

Abrazos y polvorones
con brindis de nuevo año,
y alguna lágrima amarga
por lo que estás recordando.

Enero ya se desliza
en año nuevo que empieza,
aunque nosotros subamos
por esta empinada cuesta.

Las fiestas, como es costumbre,
no duran lo que es debido,
y en un chasquido de dedos
su magia se ha concluido.

Atrás quedaros las risas
que entre regalos, envueltas,
fuimos colgando del árbol
para que fueran abiertas.

Pero nos queda el recuerdo,
y el abrazo que nos dimos,
al encontrarnos de nuevo
con aquellos que quisimos.

Total, solo queda un año
y de nuevo volveremos
a encontrarnos con la magia
en Navidad y Año Nuevo.

¡Felicitarnos las Pascuas…!
¡Poner las luces y estrellas…!
¡Y cantar los villancicos
al son de las panderetas…!

…Ya se acabaron las fiestas.
Nos atrapó la rutina.
Ya solo queda esperar
que llegue la Navidad
que está al volver de la esquina.

©2019  J.I. Salmerón

En la noche se pasa mi vida

Fui, por la tarde, los besos esperando.
El abrazo furtivo.
El inquieto deseo.
El calor del intenso verano.

Fui por la tarde… y esperaba la noche.
Y la escarcha en tus labios.
El frescor de tu risa.
Y tus ojos a los míos mirando.

Y la noche me esconde…
Y tus brazos, buscando…
Como busca el farol a la calle desierta.
Como busca la huella
nuevamente a sus pasos.

Fui, por la tarde, el susurro a tu lado.
Suspirando del roce en tu piel.
Anudando palabras de Amor.
De tu cuello, bajando
a tus labios.

En la noche, los sueños soñamos.
Al calor de la cálida luna.
Al sabor de tu beso en mis labios.
Sensaciones que busca
nuevamente el sentir,
si te estoy recordando.

En la noche se pasa mi vida
cuando tu corazón
ya no late a mi lado…

©2018  J.I. Salmerón

El camino

Como si fuera el camino,
fui detrás de tus caderas.
Como si fueran estelas
de mi soñado destino.

Como si fueran señales
de humo sobre el horizonte.
Como si fueran mi norte,
donde no existen los males.

Y mis manos atrapando tus sentidos…
Y mis brazos rodeando lo que fuimos…

Como si fueran refugio
de nave, que a la deriva,
sobre la mar es cautiva
luchando contra este mundo.

Así tus ojos resultan
cuando me encuentro perdido.
Cuando no encuentro sentido
ellos a mi pena indultan.

Y mis besos y tus besos se encontraron…
Y mis labios y tus labios hoy se hablaron…

Tumbado sobre la vida,
siento las nubes y el viento.
Siento aquí tu sentimiento
como una fruta prohibida.

Y pido, al cielo que veo,
que no termine este cuento.
Que no se pare el momento
en que juego a ser Romeo.

Y mi cuerpo con tu cuerpo se fundieron…
Y mis olas en tu playa perecieron…

¡Camino, estela, refugio y beso!
La paz se encuentra sobre tu cuerpo.
¡Ojos, cadera, manos y cielo!
Cuando te pienso siento que vuelo…

©2018  J.I. Salmerón

Ya sabes

 

Ya sabes lo que te quiero,
por mis gestos lo adivinas.
Ya sabes cómo me muero
al verte doblar la esquina.

Como la primera vez
que pasaste por mi vida
sin saber que tú serías
de mi vida la heroína.

Y de esto han pasado ya
semanas, meses y años,
los días no te los cuento
por no parecer pesado.

Pero por más que transcurra
la vida sobre nosotros,
tú seguirás siendo luz
en el azul de mis ojos.

Por más que el tiempo se empeñe
y nos maneje a su antojo,
yo seguiré tras tus pasos
sumando un año tras otro.

Ha quedado tanto abrazo
sobre mi espalda marcado
que ahora parecen caminos
donde al borde nos amamos.

Ha pasado tanto Amor
debajo de mi ventana
que se han convertido en río
los besos que tú me dabas.

Ya sabes que eres el sueño
que guardo bajo mi almohada
donde disfruto queriendo
que no llegue nunca el alba.

Ya sabes que eres la paz
que busco en mis horas bajas,
y bandera a conquistar
cuando me meto en batallas.

La noche viene a buscarte,
soy yo con mi negra capa
para que no pueda verte
la luna blanca de plata.

Según cuenta la leyenda
la envidia la está matando
al ver que juntos pasean
tu Amor y mi Amor del brazo.

Ya sabes lo que te quiero,
no hace falta que lo diga,
aunque hoy yo te lo recuerdo
por si acaso se te olvida…

©2017  J.I. Salmerón

La casa

 

Seguramente llovía
aquella tarde
que mis pies se calentaban
debajo de las faldas
de la mesa camilla,
donde lucía el brasero.

Seguramente era otoño.
O puede que por la escasa
luz que entraba mortecina
por la pequeña ventana,
donde jugando te veo,
fuera ya invierno.

Recuerdo cómo corrías…
Recuerdo suelto tu pelo…
Parece como si viera
desde el salón de la casa
donde me calentaba,
cómo bajabas por la pradera.

Yo te llamaba con la mirada,
tú parecía, con solo verme,
sin emitir una sola palabra,
que hasta me oyeras.
Y es que con solo mirarnos
no hacía falta que te dijera.

Entrabas de pronto a casa,
con esa risa loca
que te cubría completa
la cara entera,
que contagiaba mi risa
que hace un momento era una mueca.

Y me abrazabas…
Y yo sentía como latía
tu corazón estando tan cerca…
Y me besabas…
Y aquel calor que me recorría
era de un sol en la primavera…

…Ahora la casa no tiene techo.
La hierba verde se ha vuelto seca.
Ya no hay cristal donde verte
cómo corriendo bajas la cuesta.
Ya no hay brasero, mesa camilla,
ya no te veo cruzar la puerta.

Todo parece vacío…
Como mi alma
sin tus abrazos.
Todo parece tan frío…
Como mi cuerpo
antes de besarnos.

Y no recuerdo tu risa
cómo llenaba mi vida entera.
Y no recuerdo tu cara
que hoy mi recuerdo ya no recuerda.
Hoy solo quedan escombros,
tan solo ruinas y grietas.

© 2017  J.I. Salmerón

Yo quiero

Juan I. Salmerón

 

Yo quiero en el invierno oler a leña
y en primavera ver en los tejados
los nidos de esos pájaros alados
de bellas golondrinas tan viajeras.

Yo quiero más caminos y laderas
aunque vengan llenos de tierra o barro,
que el gris oscuro y negro del asfalto
que cubre con su asfixia carreteras.

Quisiera que este viento me llevara
sobre las copas de las alamedas
rozando suavemente con las yemas
de mis dedos el verde de su savia.

Yo quiero ver la flor, la margarita,
quiero que se desnude entre mis manos
con esa incertidumbre al indicarnos
si sí o si no al Amor por pitonisa.

Yo quiero ver el sol sobre los cielos
y como va su luz abriendo paso
entre la nube densa del ocaso
que no distingo bien si es aire o suelo.

Quisiera ser un beso, un beso enorme
que de besos regara el mundo entero.
Quisiera al abrazar robar tu aliento
y que mi abrazo sea tu uniforme.

Yo quiero que tú quieras el querernos
¿Querrás quererme siempre que te quiera…?
Si quieres que te quiera en primavera
no dejes de quererme tú en invierno.

Yo quiero, ya ves tú, tan solo quiero,
que entre esta realidad que nos agobia
las campanas por fin toquen a Gloria
y que a veces se cumplan nuestros sueños…

© 2016  J.I. Salmerón

Volaban al cielo

Juan I. Salmerón

 

Anoche volaban al cielo
canciones que hablaban
de amarse de lejos.

Canciones de abrazos y amores,
de bellos encuentros
mojados en besos.

Por eso volé con sus voces,
envuelto mi cuerpo
en sus letras y acordes.

A ver si encontraba de nuevo
tu Amor en la noche,
detrás del recuerdo.

Tan solo te vi de pasada,
como un suave viento
que cae en mi almohada.

Y ya adiviné tu sonrisa,
tu mano sin prisa
tocando mi cara.

Como aquella noche en el parque
donde al abrazarte
mis ganas morían.

Donde la ansiedad por amarte,
tocando tu pelo,
en mí se adivina.

El corazón se me desboca,
me sube deprisa
esa adrenalina.

Cómo puedo sentir eso
solo al ver tu cuerpo
que a mí se encamina.

Cómo parar estas ansias
pensando tan solo
tenerte algún día…

Anoche volaban mis miedos
los que me impidieron
decir que te amaba.

Anoche, lo que hubiera dado
por tenerte al lado,
sentada en mi cama…

© 2016  J.I. Salmerón

Tu primer beso

Juan I. Salmerón

(Los amantes hechos árbol)

 

Recuerdo tu primer beso en mi boca.
Como si ayer fuera hoy, yo lo recuerdo.
Esos labios dudando por el miedo
que hicieron derretirme siendo roca.

El tiempo no ha querido que olvidara
la pasión que brotaba de tus labios
no permitiendo que borren los años
ese dulzor que mi boca besara.

Un beso de un abrazo acompañado
donde el mundo paró por un instante
para que el palpitar fuera escuchado.

Un beso que al final no fue bastante.
Por eso no paré de ser besado,
para que nunca pueda yo olvidarte.

© 2016  J.I. Salmerón

Te olvidarás

Juan I. Salmerón

Te olvidarás de mis besos
de mis ojos y mi cara.
Te olvidarás de que un día
fui el trovador de tu alma.

Te olvidarás del abrazo
entre las sábanas blancas
donde tu cuerpo y mi cuerpo
mil historias se contaban.

Seguro que de mi mano
cuando tu pelo enredaba
y con sus dedos inquietos
tus labios acariciaban,

Cuando corrían desnudos
desde tu pecho a tu espalda,
olvidarás sus caricias,
olvidarás que te amaban.

Y de mis sueños y anhelos,
de esas noches embrujadas
que guardamos su recuerdo
debajo de nuestra almohada,

Te olvidarás que durmieron
noche tras noche hasta el alba
como un día olvidarás
volver de nuevo a esta casa.

Apuesto que olvidarás
a todas esas palabras
que entre pliegues de poemas
en versos te regalaba.

Las que presas de un papel
a tinta y lápiz marcadas
esperaban el indulto
de tu voz al recitarlas.

Incluso puede que un día
al despertar de mañana,
ya no logres recordar
dónde se han ido a parar
los besos que yo te daba.

Un día te olvidarás
y no podrás recordar
que mi Amor a ti te amaba…

© 2016  J.I. Salmerón

Un beso

014 (2)

Atado en lazo amarillo,
papel de seda brillando,
inquieto por ser cautivo,
un beso a ti te regalo.

Y no es un beso cualquiera
de esos de andar por el barrio,
que es un beso que en la acera,
cuando avanza, le abren paso.

Un beso de porte esbelto,
grácil en boca besando,
pero de intenso recuerdo
dejando miel en los labios.

Que aunque solo sea un beso
y parezca poca cosa
su besar es tan intenso
que serán cien en tu boca.

Quisiera, junto a este beso,
mandarte un cálido abrazo
y así fuera el complemento
de este presente que te hago.

Uno de esos que a tu talle
se agarran como a una flor
que perfumando en la calle
embriagan mi corazón.

Abrazo grande y profundo
como el mar en horizonte.
Abrazo que abarca el mundo
donde nuestro Amor se esconde.

¡Desata el beso en tu cama
y dale al abrazo suelta,
que hasta que llegue mañana
esta noche, Amor, es nuestra…!

© 2016  J.I. Salmerón

Solo un minuto

Juan I. Salmerón

Parece poco un minuto.
Apenas unos segundos
atados de pies y manos
en corto lazo de tiempo.

Tan solo atrapa un suspiro.
Un breve espacio de vida
que en el pasar de los días
no deja casi recuerdo.

Pero si miro a tus ojos,
un minuto en ese bosque
viendo tu sol que se esconde,
es un eterno paseo.

Un minuto entre tus brazos
notando ese palpitar
de tu pecho al respirar,
es como un libro de versos…

¡Son tantos esos minutos
que vamos desperdiciando
sin reparar que su encanto
es sumar muchos de ellos…!

Y es que si cuento los besos
que en un minuto le di
a tus labios carmesí,
seguro pasen de ciento.

Que hasta tu boca se ahogaba
como playa de su mar
de tantas olas que van
llenándote de mis besos.

Es una brizna de tiempo.
Es el lamento que da
a mi boca el recordar
tu boca diciendo “quiero…”

Ese minuto fue eterno.
Cuando lloró el sentimiento
y la emoción por momentos
en nuestros brazos creció.

Cuando juntamos los cuerpos
en esos breves instantes
y el mundo no fue el de antes
de entregarnos a ese Amor…

Ya sé que es solo un minuto,
que parece poco tiempo,
pero prefiero tenerte
sesenta segundos mía
que estar llorando tu adiós…

© 2016  J.I. Salmerón

Sí, ya sé…

319

Sí, ya sé…
Que yo ya canso.

Ya sé…
Que soy como los inviernos
que parece duren años,
que cansan sus cortos días
y que su frío,
al tiritar de las almas,
las congela y hace daño.

Ya sé…
Que solo la primavera
y el calor de un buen abrazo,
a tus besos,
gélidos y alejados,
los sacan de su letargo.

Ya sé…
Que este frío, en la emoción,
no deja que nos juntemos
hasta que vuelva el calor,
ese que porta pasión,
a abrazarse en nuestros cuerpos.

Pero si quieres caliento,
y me volveré verano,
y alargaré así tus días
con soles y con abrazos.
Que volarán las caricias
que tú andas necesitando.

¡Que yo seré tu descanso…!

Sí, ya sé…
Que de tanto repetirlo,
de tantos besos que doy,
de tanto que yo te abrazo,
yo, ya canso…

© 2016  J.I. Salmerón

La espera valió la pena

Juan I. Salmerón

Cuando yo te conocí,
la primera vez que viajó
dentro de mí tu mirada,
sé que en ese mismo instante
yo a ti, ya te amaba…

Al notarte junto a mí,
como esa brisa tan suave
que empujando trae el aire,
ya sabía que tu Amor
era parte de mi tarde.

Y yo quise que tus pies
fueran raíz sobre mis días.
Y que los míos, errantes,
dejaran de caminar
en la huella que dejaste.

Por eso no te he de olvidar
aunque sea la intención
la que a veces me lo pida.
Tú vives en mi voluntad
siendo parte de mi vida.

Cuando yo te volví a ver
del invierno fue su fin,
y tus ojos al mirarme
fueron sol de la esperanza
en primavera.

Que el abrazo que nos dimos
nos unió con tanta fuerza
que al final un corazón
solo latió en esa unión
por tanta espera.

Y di la mano a tus labios
para perderme en su bosque
que tanto echaba de menos…
Mi soledad me dijo adiós,
hoy se marchaba muy lejos.

Quizás fue casualidad
que en la vida coincidieran
tu mirada y mi mirar,
pero desde aquella noche
mi vida volvió a empezar.

¡La espera valió la pena…!

© 2016  J.I. Salmerón

¿Recuerdas…?

Juan I. Salmerón

¿Recuerdas…?
Nos vimos dentro de un sueño.
Un sueño mientras dormías,
un sueño que era tu sueño.

Aunque tantos son los días
que pienso en él y me digo
que yo sé que te toqué,
que fue tan real querernos…

Olía tan bien tu pelo…
Y tu camisa tan blanca
como esa luna de nácar
cómplice en nuestros encuentros.

¿Recuerdas…?
Tú mirabas a mis ojos
y los tuyos, color bosque,
en mi mar eran dos remos.

Y fue tan cierto ese abrazo
que no lo podrás negar,
y tu pecho, el palpitar,
marcado dejó mi pecho.

No quisimos informar
a la gente de este sueño,
era nuestro secreto
y nadie puede saberlo.

Dime que recordarás
cada uno de mis besos
como yo llevo marcados
tus labios en mi recuerdo.

Que yo te sigo sintiendo,
que yo a ti te sigo viendo
dibujando un corazón
con mi nombre escrito dentro.

¿Recuerdas…?
Como un día al despertar
tú eras playa y yo tu mar
y fue realidad el sueño…

© 2016  J.I. Salmerón

Amaneció…

Juan I. Salmerón

Amaneció y todo empezó de nuevo.
La luna se fue a dormir.
Tus besos en el cajón.
Y hasta el mirar de tus ojos
perdió su brillo de Amor…

El ruido, al nacer, rompió el encanto
que el silencio nos brindaba.
El perro se echó a ladrar.
La cama desordenada
que invitaba a abandonarla.

No hubo tiempo de hacerlo una vez más.
El abrazo fue tan corto
que apenas pude notar
si el palpitar que escuchaba
era de carne o cristal.

Sin tan siquiera rozarnos la piel.
Que solo los ojos, manos
al mirarnos, se tocaron.
Que todas las ganas, solas
en la cama, se olvidaron.

Y se acercaron mucho las almas
cuando en la escalera, al subir
tu corazón y al bajar yo
con parte de mi pasión,
sin quererse se cruzaban.

Amaneció… Y el sueño, tan corto
como esta vida sin ti,
se murió sin esperanza.
Como las olas sin mar…
Como la mar sin su playa…

Y todo empezó de nuevo al volver
la noche llena de ganas.
Brillaba fuerte la luna.
Tus besos sobre la cama.
Y en tu mirada el Amor
brillando en la madrugada…

© 2016  J.I. Salmerón

Perdona si molesté dándote aquel abrazo

Juan I. Salmerón

Perdona por el abrazo…
No me pude controlar
en sentir una vez más
tu corazón palpitando.

No podía resistir
al tenerte frente a mí
no volverte a enamorar
al ver mis ojos mirando.

Perdona si molesté
dándote aquel abrazo…

Ya lo sé, que aunque es sentir,
es mejor no enamorarnos.
Y al cruzarnos, dos extraños,
evitando hasta rozarnos.

Pero tú sabes mi Amor,
y yo de tu Amor sé algo.
Y si queremos no amarnos
en otra vida probamos.

Perdona si molesté
dándote aquel abrazo…

Se atropelló el sentimiento
en ese ir y venir
de voluntades huyendo
por no saber qué decir.

Mientras mi boca vagaba
desde tu labio a tu pecho,
el corazón, desbocado,
no daba tregua a querernos.

Se nos quedó estrecho el mundo,
nos resultó tan pequeño
que nos colgaba el Amor
saliendo de sus extremos.

¡Que nos faltaba más aire
para respirar los versos!
¡Que de tu boca a mi boca
No nos cabían los besos…!

Perdona si molesté
dándote aquel abrazo…

¡Fíjate si era pequeño
que si queríamos dentro
mantener el corazón
no le cabía el acento!

…Hoy no puedo arrepentirme,
que yo te abracé queriendo,
sabiendo que hay que arriesgar
para encontrar sentimiento.

Si un día te vuelvo a ver
te envolveré con mis manos,
que yo prefiero sentirte
aunque tenga que decirte:

Perdona si molesté
dándote aquel abrazo…

© 2016  J.I. Salmerón

De besos lleno la fuente

Juan I. Salmerón

De besos lleno la fuente
donde beban hoy tus sueños.
Abrazos cuelgo en las perchas
de los armarios del alma.

Y si te sientes con frío
y has perdido la esperanza,
cubre en mi abrazo tu cuerpo
y sacia tu sed de Amor
en los labios de mi agua.

Si esta noche pasa lenta,
si hoy desvelas tu secreto
a la luna cuando baje
a acurrucarse en tus sueños.

No te olvides de contarle
que soy feliz con tus besos
que entre tus brazos son dulces,
a pesar que la distancia
robe insistente el momento.

Como decirte esta noche
que yo he llenado mi sueño
de tanto que te imagino,
de lo que te echo de menos.

Que me rebosa el sentir
de la emoción de tu cuerpo
cuando en abrazo se funde
tu corazón en mi pecho
dejando tanto recuerdo.

¡Desbordas mi pensamiento
y se incendia mi deseo
de repartirnos los besos
que nos debemos a cientos…!

No dejes que se apodere
la nube que cubre el cielo
de la luna de tu Amor.
Si quieres seguir volando
en mi sueño yo te espero.

© 2016  J.I. Salmerón

Como una puesta de sol

 

Juan I. Salmerón

Como una puesta de sol
tus ojos se van cerrando
al intuir que mis labios
de tu besar se hacen cargo.

¡Un beso…!
Tan solo un beso te pido
envuelto de un abrazar
para que no coja frío…

Y de tu abrazo… ¿Qué digo…?
fue tan intenso el momento
que aún oigo tu palpitar
poniendo cerco a mi cuerpo.

Y es que hay abrazos de sueño,
abrazos que son milagro
porque devuelven la vida
según somos abrazados.

Es tu mirar mi destino,
tus ojos son carceleros
y mi vista, encadenada,
se ha condenado a quererlos.

…Nos protegía el silencio,
solo los besos se hablaban
y el deslizar de mis manos
sobre tu cuerpo paseaban.

Y mi boca un carrusel
que sube y baja en tu cuerpo
dejando besos de miel
tatuados en tu pecho…

De nuevo el tiempo chocó,
con sus agujas de acero,
la vuelta a la realidad
que nuestros besos no vieron.

La despedida fue reina
de esos últimos segundos
que nuestras manos se hablaban
y en el mirar fuimos uno.

El Amor es todo tiempo
y el tiempo es lo que faltó
para llenarnos de Amor
cada rincón de los cuerpos.

…Como en un amanecer
la luz de nuevo cegó
el sueño de realidad,
el que vivimos tú y yo…

© 2015  J.I. Salmerón

No encontré palabras

Juan I. Salmerón

Como hoy no encontré palabras
solo te mando un abrazo,
y un beso, y un despertar,
y un corazón alocado…

Porque hoy solo fue tu nombre
en que encontré en las palabras
que tantas y tantas noches
mi alma, inquieta, buscaba.

Como hoy no encontré tus ojos,
ansiados por mi mirada,
me acerqué a tocar tu cara
entre mis sueños de almohada.

Pasearon por tu rostro,
de tu mejilla a tus labios,
y allí solo el suspirar
se escuchaba entre mis manos.

¡Que no encontraba palabras
que al fin pudieran contarlo
y solo un soplo de Amor
se escapaba de mis labios…!

Mientras pienso qué decirte
yo te sigo, Amor, mirando
y mi mente, aún sin letras,
tan solo piensa en besarnos.

Que si es Amor lo que buscas
no necesitas hablarlo,
solo caricias y besos,
solo miradas y abrazos.

Y si no puedo decirte,
porque no encuentro palabras,
tan solo déjate amar
hasta que  te atrape el alba.

…Como hoy no encontré palabras
solo será el sentimiento
el que en ausencia de voz
te contará lo que sueño.

© 2015  J.I. Salmerón

Me aburro…

016

Me aburro…
Cuando te tengo tan lejos,
me aburro.
Cuando no tengo tu abrazo,
cuando no siento tu beso,
cuando eres solo un recuerdo.
Me aburro…

La decepción vive dentro,
porque no veo tus ojos,
y mi Amor se va escondiendo.
Porque no tengo tu mano
que me lleve de paseo.
Me aburro…

Y en el hastío me pierdo,
que mi reloj se hace eterno
y la tarde es un tormento,
y no dibuja el momento
en que te vea de nuevo, y…
Me aburro…

Y es tal fastidio no vernos
que no sé si eres verdad
o solo imagen de espejo
que no se puede tocar.
Como la estrella y la luna,
como la brisa del mar.
Y entonces vuelvo a pensar…
Me aburro…

Cuando no te tengo cerca.
Me aburro.
Cuando me sacia tu ausencia
y estoy harto y tan cansado
de no tenerte a mi lado,
de no poderte mirar
y acariciarte despacio.
Me aburro…

Y es que ya no me divierto,
por eso estoy asolado,
por eso en la puerta estoy,
sobre mi silla sentado,
para poder divisar
y verte pronto llegar,
para tenerte a mi lado.

Que mientras tanto, esperando,
viendo la tarde pasar…
me aburro…

© 2015  J.I. Salmerón

Quiero salir de la carcel

Juan I. Salmerón

 

Quiero salir de la cárcel
donde me apresa el recuerdo.
Quiero romper las cadenas
donde tú ataste mis besos.

Quiero volver a sentir
entre mi pecho y tu pecho
la sensación de morir
si me abrazaras de nuevo.

Quiero una puesta de sol
donde la mano cogernos.
Quiero contar las estrellas
que yo le puse a tu cielo.

Las mismas que nos cubrían
antes de llegar el alba
cuando el oscuro de Amor
del mundo nos ocultaba…

Quiero la arena del mar,
y no ladrillo y cemento.
Quiero poder respirar
donde más soplen los vientos.

Quiero sentir tu presencia,
tus manos sobre mi espalda.
Quiero la mágica ciencia
que de tus labios brotaba.

Los que enterraban de noche
las pesadillas vividas
con besos que amontonabas
desde tu alma a mi vida…

Quiero mirarte a los ojos
y adivinar las palabras
que me diría tu Amor
y que tus labios se callan.

Quiero poderte besar
y que ya no sientas nada
para contarte otra vez
como mis labios te atrapan,

como mi boca enamora
otra vez a tu mirada
para salir de esta cárcel
donde se muere mi alma…

© 2015  J.I. Salmerón

Me voy de verano

Juan I. Salmerón

 

Hoy solo escribo tres letras,
aunque puede sean cuatro.
Que solo es para decirte
que me marcho de verano.

Me voy a puestas de sol.
Me tumbo en ríos mojados.
Me acerco a noches de luna.
A estrellas me voy de abrazo.

Pasaré días de azul
y noches al cielo aullando.
Igual paso por tu casa
a ver en qué andas soñando.

Y dejar bajo tu almohada,
junto a tu pelo enredados,
una docena de besos
para endulzar tu descanso.

Juntaré tardes con rimas
cuando el sol se esté marchando.
Uniré mi corazón
al recuerdo de tu abrazo.

Me llenaré de silencio
para poder escuchar
los gritos verdes de árbol
que me envuelven con su andar.

Será tu imagen mi vuelta.
Serán de luz mis escritos.
Serán de sombras y luces
los que a mi cámara invito.

Me iré, pero mi memoria
estará siempre contigo.
Siempre a mi lado tú irás,
como un deseo escondido.

Aunque los montes me cubran.
Aunque me ahoguen los ríos.
Aunque la noche me tape.
Aunque en tu ausencia haga frío.

Me voy pero mi regreso
pronto se habrá hecho efectivo,
que dentro de pocos días
de nuevo estaré contigo.

Tan solo pido paciencia
y que tú de mí te acuerdes,
que yo, durante tu ausencia,
ni un día pude perderte.

© 2015  J.I. Salmerón

La noche, blanca de luna

Juan I. Salmerón

 

La noche, blanca de luna,
ayer fue oscuro y silencio
por no tener la fortuna
de compartir ya tus besos.

Y yo soy como la luna,
y mi boca, pozo seco,
al no beber, uno a uno,
el elixir de esos besos…

El día, rojo de fuego,
ayer fue frío, de hielo,
por no tener el calor
que da abrazarse a tu cuerpo.

Y yo soy como ese sol,
y mi vida, eclipse entero,
que apaga mi corazón
al no abrazarte de nuevo…

Como una estrella fugaz,
solo te tuve un momento.
Como una ola, tu beso,
me cubrió y se fue de nuevo.

Como en la noche, un desierto
donde no encuentras camino,
entre montañas de arena
perdió mi Amor su destino…

La luna me lo gritó:
“No hay besos de madrugada…”
El sol, al irse, me dijo:
“Ya no podrás abrazarla…”

Aun así, todos los días,
cuando el sol se va marchando,
me acompaña por el río
por si tu abrazo encontramos.

Y la luna, entre los bosques,
me ilumina tu camino,
donde sabe que escondiste
los besos que yo te pido…

…Tu abrazo espero encontrar.
Tu beso escondido ansío…

© 2015  J.I. Salmerón

Se estremecían las olas

Juan I. Salmerón

 

…Se estremecían las olas
cuando abrazaban tu cuerpo.
Se las oía llorar
al regresar mar adentro…

Hoy siento envidia del mar
que baña en sal tu figura
dejando besos de espuma
repartidos por tu piel.

Y te entregas a su azul
como si fueran mis ojos
y en el vaivén de sus aguas
te vas dejando querer…

De la arena tengo celos
cuando la oprime tu pecho.
Oír tu respiración…
¿Puede haber mayor anhelo…?

Suspiro por ser la brisa
que calme al fin tus calores.
Que besa, fresca, tus noches
y en tu camisa se esconde.

Mi cuerpo ansía ser sol
y no dejar de mirarte.
Que te abrace mi calor
con esas ganas de amarte…

Hoy quisiera que tu cuerpo
navegara entre mis brazos.
Hoy quisiera que tus besos
fueran velas de mi barco.

Y así dejarme llevar
donde tu boca me lleve,
sin importar a qué rumbo
porque tu Amor no se pierde.

A esas olas hoy comprendo,
que yo también te abracé.
Me estremezco si lo pienso
y al recordarlo, lloré.

Hoy tengo celos del mar
que me robó tu querer…

© 2015  J.I. Salmerón

Por ser madre

Almendros 017

Bajo esas plumas mullidas,
como nubes de verano,
eras refugio en mi vida,
nido al que vuelves volando.

Aunque por fuera de acero,
en la lucha a dentelladas
y siempre a cara de perro
por proteger tu camada.

A abrazar tú me enseñaste,
ir por la vida besando.
A perdonar el dolor
de los que me hacían daño.

Por horizonte, tu mano,
donde agarraba mis sueños,
llevándome por la vida,
ahuyentando así mis miedos.

Mi medicina tu voz.
Todos mis lloros consuelo
cuando besabas mi frente
y me acunaban tus cuentos.

Eras la sabiduría,
eras un pozo de ciencia
con tus clases magistrales
y tu infinita paciencia.

Hoy son recuerdos sin tiempo,
son pretéritos tus besos
aunque aún los sienta en el alma
y en sueños pueda tenerlos.

Fuiste la sacrificada,
tus hijos siempre primero.
Fuiste la envidia de madre
que yo soñé de pequeño.

Nunca podré devolverte
todo el Amor entregado,
pero sí podré contar,
orgulloso, tu legado.

© 2015  J.I. Salmerón

A pesar de estar distantes

393

 

Te abrazo en la distancia.
¿Lo notas…?
Te beso por el aire.
¡Silencio…!
¡Te rozan hoy mis labios
enredados en el viento…!

A pesar de estar distantes
Yo a ti, sí te noto…
Yo a ti, sí te siento…
Con un largo abrazo.
Con un beso eterno…

A pesar de las palabras
hoy calladas y sin ruido,
el hablar no necesito.
Nuestras almas van unidas
por un invisible hilo.

Hay lamentos en el viento,
hoy es más frío el recuerdo.
Tus abrazos no me cubren,
hoy son lejanos tus besos
y nuestro Amor, es destierro.

Y yo no puedo, no quiero,
ver tan oscuro mi cielo,
ver detenerse el reloj
que ayer marcaba mi sueño…
Que sin él, seguro muero.

Te siento…
En la distancia te siento,
atravesándome un beso,
como si tus manos rodearan desde atrás
todo mi cuerpo.
Como si no hubiera ya otro momento.
Yo a ti, sí te siento…

©2015  J.I. Salmerón

Bonito abrazo

10-04-2010 13-35-53_0333

 

 

…Bonito abrazo mecido entre tus brazos,
sobre tu pecho…

Si te acaricio lento…
Si mis dedos pasean tu espalda
por debajo de la blusa,
eso es casi para salir corriendo
al encuentro de tu Amor,
que a mí me embruja…

¡Abrázame más fuerte que apenas no te siento…!
¡Abrázame esta noche como si tus brazos fueran viento…!

…Como si el susurro de las ramas
nos llamaran a su encuentro
para regalarnos una noche,
una noche de Amor bajo sus cuerpos…

Abrázame, mi Amor,
que así el vacío del ayer noto ya lejos…

…Bonito abrazo mecido entre tus brazos,
sobre tus besos…

© 2014  J. I. Salmerón

Mi abrazo vacío

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Mis brazos,
huérfanos de ti quedaron,
del calor de tu risa,
de tu mirar de abrazo…

Mis manos,
vacías de tu olor, ya se cerraron,
y se apretaron guardando tu voz en su regazo,
entre los pliegues de mis dedos,
casi enjaulada, casi ahogada de lamentos,
tu voz y mis momentos…

Mi abrazo,
helado se quedó al no encontrar tu cuerpo,
lejano entre la tarde,
al borde del tormento.

Y tus ojos a lo lejos se cerraron, se durmieron,
por no encontrar los míos aún despiertos,
sumidos en un sueño, en pleno vuelo,
esperando a su regreso en nuestro cielo…

Mis brazos,
se cerraron vacíos de consuelo,
y no tocaron tu cuerpo,
y no notaron tu aliento,
y no escucharon el latir sonoro de tus besos.

…Y no pudieron sujetar la tarde y volverla amanecer,
y encontrarse a medio día con tus gestos otra vez…

Mis brazos,
huérfanos de ti quedaron,
de tu mirar intenso,
de tu apretado beso,
de tu querer que amaron…

Sigue mi abrazo vacío y roto en la distancia.
Sigue mi abrazo buscando perdido en la madrugada.
Sigue mi abrazo…, y mi voz desesperada.
Sigue vacío de tu Amor mi alma…

© 2014  J. I. Salmerón

Donde quiera que estés…

Los abrazos nos anclan al sentimiento de las personas que son abrazadas, y al nuestro.
Los abrazos convierten a las historias que los envuelven en eternas, con un solo gesto.

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…Donde quiera que estés…,
¡ya siempre serás mía…!

Donde quiera que estés…,
no habrá mar ni lejanía
que nos separe de los abrazos que yo te di,
que tú me diste,
aquel día…

© 2014  J. I. Salmerón