La promesa

Quedamos en la bajada,
Junto a la iglesia del pueblo.
Quedamos una mañana
de viernes, o eso yo creo.

Las hojas, llenas de ocres,
esparcidas por el suelo.
Mañana fría otoñal
de un gris ceniza en el cielo.

Recuerdo que tú llegaste
con tu abrigo rojo a rombos
y una coleta con lazo
cayendo sobre tus hombros.

Yo te esperaba sentado
sobre las piedras del arco
que daba paso hasta el patio
que de la iglesia hace atrio.

Tus mofletes sonrosados
fría mi boca dejaron
al besarte a tu llegada.
Aunque pensara en tus labios.

Y tus manos, en mis manos,
dos pedacitos de escarcha.
Dos gotas que, de rocío,
de una rosa resbalaran.

Nos fuimos hasta la ermita,
junto a la fuente del caño,
y bajo el puente del río
tú decidiste sentarnos.

Me hablaste de las promesas
que los amantes se hacen
mientras tus brazos rodean
a mi cuerpo por el talle.

Mientras tus labios susurran
lo que no logro acordarme,
pues mis sentidos, absortos,
solo soñaban besarte.

Y así fuera, y lo vivimos,
mi boca, así, fue a buscarte.
A encontrarse con tu boca
con la promesa de amarte.

Sé que pasaron las horas
y te besé… y me besaste…
Sé que los dos prometimos
nunca, jamás, separarse…

…Ayer estuve en el pueblo,
de nuevo otoño en la tarde.
Pasé las piedras del atrio
hacia la ermita, en el valle.

Bebí del agua del caño
Igual que hiciera aquel día.
Y luego me bajé al río
por ver si tú aparecías.

Y allí, sentado en el banco,
de pronto caí en la cuenta,
que la historia que hoy recuerdo
fue por los años ochenta.

Que han pasado muchos años,
si los sumo más de treinta,
y que desde aquel otoño
no he vuelto a saber de ella.

Y no recuerdo su nombre,
como ella, a mí, no recuerda.
Y no recuerdo a que saben
sus besos cuando me besa.

Nos prometimos querernos
y ser por siempre pareja,
pero el destino es quien manda.
¡Qué vanas son las promesas!

©2018  J.I. Salmerón

 

El regalo

Te pregunté qué querías
en tu cumpleaños de regalo.
Qué es lo que te gustaría
que, yo a ti, te pudiera comprar.

Qué vestido, joya, o viaje
querrías tú para celebrarlo.
Cuál es tu ilusión primera
que por fin te pueda regalar.

Y tú, sin dudar siquiera
ni un solo segundo en responder,
me dijiste que querías
versos escritos sobre un papel.

Que te gustaría, claro,
siempre que ello fuera posible,
besos de Amor en los labios.
Y un cálido abrazo ¡imprescindible!

Pasear mano con mano
entre hojas de chopos sin dueño.
Y encontrar sobre las nubes
la cama donde habitan los sueños…

¡Por eso voy buscando
entre palabras huecas
aquellas que más peso
tuvieran para ti!

¡Y en mi boca, los besos,
de Amor ya están cargados
para que al entregarlos
tú sientas frenesí!

¡Y en cuanto a los abrazos,
no se me han olvidado.
Serán como recuerdas,
abrazos de pasión!

¡Abrazos que traspasan
el alma al abrazarlos,
dejando dulce huella
dentro del corazón!

¡Y luego los paseos,
tu mano entre mi mano.
Y esos chopos sabiendo
que eres dueña de Amor!

¡Para al fin, en las nubes,
de nuevo, levitando,
culminen esos sueños
que soñamos tú y yo…!

Aún no sé si preguntarte
qué regalo quieres que te haga.
Me da miedo adivinarlo
y que el sueño termine en la verdad.

Yo te los regalaría,
pero tú ya sabes que no puedo,
tan solo soy un buen sueño
y los sueños no son la realidad.

Pero sí puedo ofrecerte
volvernos a ver a media noche,
cobijados en tu sueño,
bajo el gran manto de la irrealidad.

Y allí disfrutar de nuevo
de paseos, abrazos, y besos.
De los regalos que tengo
para que tú los puedas disfrutar.

©2018  J.I. Salmerón

 

¡Vamos, venga…!

¡Vamos…!
¡Venga…!
¡Date prisa, corre…!
¡Y bésame mucho y profundo!
¡Bésame cómo tú sabes!
Que pronto llega ya el día.
Y de mi sueño despierto.
Y ya no estás a mi lado.
La vida impone sus reglas.
Mi corazón un desierto…

¡Vamos…!
¡Corre…!
¡No tengas miedo y disfruta…!
¡Que mis labios ya te esperan…!
Que mi boca se hace eco
y tu nombre me susurra.
Que mis brazos ya te buscan
en las sombras del silencio.
¡Y te palpan, te lo juro…!
¡Y te siento, lo prometo…!

¡Vamos…!
¡Venga…!
¡Date prisa, que te espero!
Que es el alba ya, y sus luces,
las que acechan asustando
a este sueño que me envuelve,
al que tú y yo disfrutamos,
al que como cada noche,
en silencio y a escondidas,
entre besos nos amamos…

¡Vamos, venga…!
¡Date prisa…!
¡Antes de que despertemos
y la triste realidad
se apodere de mis sueños…!

©2018  J.I. Salmerón

 

El reflejo

Eran el reflejo que el agua domina.
Eran dulce beso en un escaparate.
Eran los colores que hacen de estandarte
en cualquier batalla que aún no está perdida.

Eran, de chiquillo, dulce golosina.
Eran ese sueño que no se comparte.
Eran esas musas que pintan con arte
sobre un lienzo blanco y con brocha fina.

La cascada fresca del Amor soñado.
las primeras luces de un amanecer.
Un abrazo intenso a ese ser amado.

¡Pero de repente se dejó de ver
cuando su reflejo se quedó apagado
aquella mañana que empezó a llover…!

© 2017  J.I. Salmerón

Ayer te besé en los labios

Ayer te besé en los labios.
O puede que haga ya un par de semanas.
O dos o tres meses, incluso.
O tanto tiempo, que se haga eternidad.

Pero en su eco, tus labios,
mi nombre intuyo que siguen llamando,
entre la densa tiniebla,
sin distinguir ficción de realidad.

Anoche te vi rondando
debajo de la reja de mi ventana.
Jugando con las sombras
donde antes vivía errante el corazón.

Las mismas que recuerdo
donde, libres, los abrazos se abrazaban.
Donde el sol buscaba un hueco
para calentar la brisa de tu Amor.

El tiempo pasa tan lento
al buscar en la puerta una mirada…
Una caricia, un momento,
una fracción de segundo de un adiós.

Y en cambio va tan deprisa
cuando solo ves la vida pasar,
cuando ya no esperas nada,
cuando ves que cometiste algún error.

…Ayer te besé en los labios,
y aunque hoy haga ya tanto tiempo de eso,
la vida cobró sentido,
de nuevo palpitó mi corazón…

© 2017  J.I. Salmerón

Los abrazos nunca duelen

 

Los abrazos nunca duelen,
lo que duele es su recuerdo.
Son barrotes de una cárcel
donde quedaron cerrados
con llave los sentimientos.

Entonces lo comprendí…
Por eso siempre decías
sin soltarte de mi cuerpo
que esperara un poco más,
que te abrazara de nuevo.

Ahora que busco tu abrazo
no sé dónde hacerlo.
Ahora que no oigo tu voz
libero el recuerdo.

Los besos nunca calaron
tanto como el océano.
Aunque nadamos en ellos
de tanto que los usamos
en esas noches sin freno.

Entonces lo comprendí…
Por eso siempre tus labios
dormían sobre los míos
tapados por una manta
tejida solo de besos.

Ahora que busco tu boca
solo hay un desierto.
Ahora que busco tu mar
no encuentro ese puerto.

Buscamos la soledad
para encontrarnos de nuevo.
Tú sol de un amanecer,
yo luna que no se ve,
pero soñando tenernos.

Ahora me duele
tu cuerpo tan lejos.
Ahora tu ausencia
muere en sentimiento.

©2017  J.I. Salmerón

La noche avanza despacio

Juan I. Salmerón

 

La noche avanza despacio
y mi corazón,
todavía más lento,
se ha parado a descansar
mirando sobre la luna.

La lluvia llama entre tanto,
tocando suave,
detrás de los cristales,
Invitándome a bailar
agarrado a tu cintura.

Tú duermes, ojos cerrados,
seguramente soñando.
Yo aún me mantengo despierto
viendo de lejos tu cuerpo
cómo se marcha volando.

De esa dulce sensación
soñando que este recuerdo,
pleno de Amor,
va impregnando al corazón
inundándolo de besos.

Aún tengo lleno el cajón
de los abrazos pendientes
que nos debemos.
Aún sopla el viento esta noche
cargado de frío invierno.

Descansa mi corazón
en la almohada del olvido.
No hay más tiempo.
La noche se va hacia el mar
y al despertar, tú, ya te has ido…

© 2017  J.I. Salmerón

Soy poco de hablar

Juan I. Salmerón

 

Ya sabes que yo soy poco de hablar,
que soy más de sentir las emociones.
Por eso nunca te dije te amo
aunque siempre lo estuviera pensando.
Por eso eran mi casa los rincones.

Soy más público atento que un actor,
más de observar parado que moverse.
Me encanta cuando pasas a mi lado
mostrando el movimiento desatado
de tu cuerpo al que muero por tenerle.

Mis ojos el cuaderno donde escribo
los versos con mi forma de mirarte.
Mi boca en su silencio fin de estrofa
donde no habrá salida de mi prosa
por no perder la magia de ese instante.

Yo soy más de cerrar fuerte los ojos
para exhalar profundo tu perfume,
robar tu aliento cuando dices hola,
mecerme con tu adiós como una ola,
y así seguir viajando con mi nube.

Más de solo de piano que de orquesta.
Más que copiosa cena, aperitivo.
Más que guerra prefiero una batalla
y luego ya pensamos, tras ganarla,
si para más pelea habrá motivo.

Seguro que perdí mil ocasiones
para robarte muchos dulces besos.
De tus abrazos huérfano he quedado
por no saber en su día expresarlo
y condenar tu Amor al mío preso.

Que soy poco de hablar,
que soy más de sentir,
y aunque hoy ya sea tarde
por fin te lo confieso…

© 2017  J.I. Salmerón

Palabras y abrazos. Recuerdos y besos

Juan I. Salmerón

 

Doblé la esquina pensando
ver el camino a tus besos
pero solo de adoquines
y paredes encaladas
se llenaba mi paseo.

Bajé a la plaza que tiene
el árbol de tus abrazos
pero sus ramas mecidas
de una total ignorancia
apenas me saludaron.

Solo en la puerta vacía
descansaba tu recuerdo…

El regalo de tu beso
es siempre tan especial
que dice mi boca al besarte
que tu beso es puro arte,
que es magia lo que le das.

Por eso mi alma recuerda
los besos que me entregaste
para que siga la magia
de tu beso en la distancia
hasta que vuelva a besarte.

Solo en la sombra dormía
la nostalgia de tus besos…

Sabemos que son mejores
los abrazos y los besos
al juntar los corazones
sintiendo las emociones
del besar entre silencios.

Las palabras muchas veces
causan ese mismo efecto
que cuando usamos los labios
y se funde nuestro abrazo,
pero un poquito más lejos.

Solo en mi sueño sentía
el abrazo de tu cuerpo…

Palabras y abrazos…
Recuerdos y besos…

© 2017  J.I. Salmerón

Te daría

Juan I. Salmerón

 

Si yo pudiera darte de regalo
el beso que tu boca se merece
tu corazón seguro que enmudece
y el pulso por tus venas desbocado.

Como la tarde que tu ayer recuerda
donde tu cuerpo temblaba en mis brazos
cuando mis besos bailando alocados
danzaban sin parar sobre tu boca.

Si yo pudiera también te daría
envueltos de regalo mis abrazos
para que entre los dos no hubiera paso
ni siquiera del aire que respiras.

Como la tarde en que los dos quisimos
que nuestros cuerpos solo fueran uno
tachando al respirar de inoportuno
por separar los pechos tan unidos.

Te obsequiaría con darte mi mano
y juntos pasear entre los charcos
flotando nuestro Amor como si un barco
nos alejara lejos de este otoño.

La paz cuando te pienso te daría,
mi voz si estoy en versos recitando,
mi risa cuando a ti te estoy mirando,
mi piel cuando la erizan tus caricias.

Pero yo siento que no es suficiente,
que no te ofrezco tanto como vales,
que no tendré moneda que te iguale
para poder pagar lo que mereces.

Por eso sigo siempre yo pensando
qué cosas más pudiera regalarte,
de qué manera puedo yo mimarte
para que no te vayas de mi lado.

Tan solo un alma tengo por fortuna,
tan solo un corazón enamorado,
si tú los quieres yo te los regalo
aunque vacía se quede mi vida…

© 2016  J.I. Salmerón

Si un día disfruté

Juan I. Salmerón

 

Si un día disfruté fue entre tus brazos.
Si un día fui feliz fueron tus besos
los que al besarme intenso
lo lograron.

Y así tu vida en mí se fue marcando.
Como esa huella que al pisar descalzo
deja siempre constancia
de su paso.

Amor intenso,
el que sentimos en la madrugada,
que como aguja el alma nos punzaba
y hacía desangrarse el corazón.

Aquellos cuerpos,
que se entregaban a tanta locura,
y solo la pasión y la lujuria
eran camino de la salvación.

Recuerdo el palpitar sobre tu pecho.
Y tu voz reclamándome más besos
de mi boca a tu cuello
tan dispuesto.

Recuerdo pasear tu piel desnuda.
Y como mi querer se atravesaba
entre tu Amor en celo
y mi luna.

Hoy no me olvido,
cómo tus ojos buscaban los míos
al zambullirse en ese azul marino
donde flotaba todo nuestro Amor.

Al perseguirnos,
armados de los besos y cariños
aquellas tardes donde sin mentirnos
juramos ser eterno nuestro Amor.

Si un día disfruté fue entre tus brazos
y entre tus besos que aún sigo añorando…

© 2016  J.I. Salmerón

Te estuve esperando

525-2

 

Te estuve esperando casi todo el día.
Y tú no llegabas.
Y tú no llamabas.
Y no te veía.

Y así, lentamente, se pasó mi vida.
Sin esos abrazos.
Sin esas miradas.
Sin ver tu sonrisa.

La espera fue tan cruel.
El tiempo no quiso volverme contigo.
No hubo luna de miel,
tan solo un recuerdo triste y abatido.

Si el destino es ciego, la suerte es esquiva.
No queda esperanza
de ver a tus labios
besar a escondidas.

Mi sueño soñado nunca fue vivido.
Solo las verdades
inundan las calles
donde nos quisimos.

Y otro otoño llegó.
Las hojas caducas de frío murieron.
Y tu adiós me dolió,
y dejó cicatriz en mi alma de nuevo.

Te estuve esperando y el sol ya dormía.
Y no hubo esperanza
en aquella noche
de hacerte ya mía.

Tú nunca viniste a traer tu sonrisa
y yo te esperaba
mirando a la luna.
¡Qué noche tan fría…!

© 2016  J.I. Salmerón

La vida sigue rodando

Juan I. Salmerón

La vida sigue rodando
y la memoria, con ella,
se pierde en el horizonte
donde solo está el ayer.

Pero tu recuerdo crece
pensando que los abrazos
y los besos que nos dimos
son parte de nuestro ser.

Esos labios…
De rojo caricia pidiéndome un beso.
Esos ojos…
Que escondían mirada, pasión y deseo.
Esa mujer…
Que esperaba el abrazo apretando mi cuerpo.
Esa imagen de Amor…
Labios y ojos cautivos de un tiempo
que yo siempre sueño.

La vida para y me quiebra
un deseo, y se marcha
el Amor sobre un río
de besos revuelto.

Y el verano de luna
en la noche, que fresca
de viento entre chopos
a los ojos miraba,

se esfumó para siempre,
no pude abrazarla otra vez
aunque hubiera querido querer,
se marchó de mi alma.

…La vida sigue rodando
y el corazón tras de ella,
aunque ya no sienta nada…

© 2016  J.I. Salmerón

San Juan

Juan I. Salmerón

Los días se hacen más cortos
al superar el solsticio
por eso prenden hogueras
para dar más fuerza al sol.

San Juan protege la noche
que se consume entre fuego
purificando los sueños
que un año más durarán.

Y entre la fiesta, los bailes
que sin duda pienso darme
arrebatando a tu talle
cualquier opción de escapar.

Moviéndose cual marea
haciendo que tu cintura
viva en pasión y locura
esta noche de San Juan.

Quemarán nuestro secreto
las hogueras que a los vientos
esparcirán las cenizas
de este Amor irracional.

Donde tu beso y mi beso
que pasarán de uno a ciento
se volverán de lamento
al ver al sol despuntar.

¡Que la noche nos arropa…!
sus sombras nos cubrirán
y seremos solo cuerpos
junto a las olas del mar.

Y si mañana se apagan,
como lo harán las hogueras
hundidas por las mareas,
tu corazón y mi amar.

Siempre quedará el recuerdo
de tu cintura y mis besos
y nuestros cuerpos queriendo
hacer San Juan inmortal…

© 2016  J.I. Salmerón

Si hay ganas de besarse

 

Juan I. Salmerón

Si hay ganas de besarse
la estatura es lo de menos;
el Amor no tiene edad
ni talla tienen los besos.

No importa que nuestra piel
contenga distintos sueños.
Tú, blanca y pálida luna;
negro de noche mi cuerpo.

Qué más da que nos queramos
tan distantes y alejados
si me atraviesa un recuerdo
y el viento me trae tu abrazo.

Si el mar susurra tu nombre
en el vaivén de sus olas
cuando en la orilla revivo
que te hice mía unas horas.

Lo importante es la pasión
cuando acaricio en silencio
tu desnudo atardecer,
desde tu espalda a tu pecho.

Cuando los labios se buscan
por el desierto, sedientos,
y hasta que no dan cien besos
no sacian la sed del cuerpo.

¡Ay… qué potente es la emoción.
Qué infinito es el recuerdo
que tiene de ti mi boca
pidiéndome aquellos besos…!

Da igual que me hables en prosa
y yo te responda en verso
si al final es en los ojos
donde el idioma entendemos.

Y cada noche que puedo,
al recordar tus abrazos,
me repito aquellos versos
que recitaba al mirarnos:

“¡Pues que comience el festín,
que los labios ya han hablado,
y las ganas nos apremian
para empezar a besarnos…!”

© 2016  J.I. Salmerón

Si me voy

Juan I. Salmerón

…Puede que sí, que algún día,
al final, tenga que irme
y tú me veas partir
tras el cristal de una tarde.

Pero mi Amor quedará
y quedarán mis abrazos
que en noches de soledad
a ti te harán recordarme.

¡Y mis besos quedarán,
y mi forma de tocarte,
y esa canción, que al bailar,
yo puse letra al besarte…!

Puede que sea el destino
el que me indique otro valle
donde el sentir de mi alma
de nuevo en Amor descanse.

Y otra agua tan cristalina
como tus ojos al verme
sacien de nuevo la sed
que me secó por perderte.

Me iré tal y como vine,
la ausencia vendrá conmigo,
y un hueco en el corazón
que jamás se tapará.

Me llevaré las palabras
que recorrían tu cama,
que en noches me regalabas
y que me hacían soñar.

Y en mi recuerdo tu Amor
que para mí fue el más grande.
Tú has sido en mi corazón,
que tantas puertas abrió,
la dueña de toda llave.

…Puede que sí,
que un día se haga de noche
y no me veas venir…

© 2015  J.I. Salmerón

Como una noria, girando.

Juan I. Salmerón

Como una noria, girando,
la vida va dando vueltas.
Unas veces en lo alto,
otras viendo solo tierra.

Como tus besos y abrazos
que si los tengo me elevan,
pero si son de otros labios
solo me cubren las penas.

Y gira y gira el camino
y en el Amor, vuelta y vuelta.
En cada cruce elegimos
dónde esos pasos nos llevan.

A pesar de mil destinos
solo nos cabe un camino
que andar bajo nuestras piernas,
aunque cueste decidirnos.

Y paso a paso los besos
y en el costal, tu cariño.
Y tu cintura en mi mano,
y tus deseos conmigo.

Y juntos subimos alto
si compartimos asiento
y entrelazamos las manos
viendo al sol cruzar los vientos.

Nos regalamos los labios
y solo hablamos suspiros.
Nos abrazamos despacio
por si falla el equilibrio.

Volvemos a dar la vuelta,
de nuevo gira la vida.
Hoy en lo alto contigo,
mañana lo que Dios diga.

Como una noria, el Amor,
se ha puesto a jugar de nuevo
y no sé cómo explicarle
que tanto giro en el aire
a mí me causa mareo…

© 2015  J.I. Salmerón

…Siempre me acompañas en mis sueños…

Juan I. Salmerón

…Siempre me acompañas
en mis sueños…

tú acaricias mi dormir y
siempre tocas mi cuerpo
con un soplo de Amor dulce
enredándose cual viento.

Siempre me abraza tu voz,
y tu mirar me hace preso.
Siempre tus ojos me atrapan
y de tu boca, soy beso.

Siempre en mis brazos te espera
mi disfrutar más soñado
para que nuestro abrazar
sea pasión y arrebato.

Y si mi cuerpo no abarca
y no llenara tu espacio,
siempre estará allí mi sombra
para ocupar ese abrazo.

Para abrazar sin tocar
pero quedando la esencia
tan suave como un rozar,
como tu beso de entrega.

¡Disfruta bien esta noche,
como si no fuera un sueño!
¡Acompáñame en el viaje
que puede que sobren besos!

¡No dejes que me despierte,
disfrútame sin pensar,
que puede que la mañana
hoy no se atreva a llegar…!

…siempre mis sueños contigo,
buscándote al despertar…

© 2015  J.I. Salmerón

Te lleven estos vientos

089

¡…Te lleven estos vientos
todos mis recuerdos,
para que sean el perfume de una flor
e inunden tu cuerpo!

¡…Te lleven los abrazos
que al aire le doy,
para que desplieguen en tu pecho
mi Amor entero!

¡…Y que el aire cruce mares,
y mares llenen desiertos,
y mi imagen sea sombra
donde descansen tus besos!

¡…Y altas montañas tus brazos
dando refugio a mi cuerpo
y tu mirada el camino
que llega al desfiladero!

…Te lleven hoy a mi huella
la sombra de aquellos vientos.
Que sople sobre tu pelo
la imagen de mi recuerdo.

…Esos vientos llevan ligeros,
en vuelo,
mi Amor y mi anhelo…

…Profundos Besos…

© 2015  J.I. Salmerón

Me abandono en tus brazos

Juan I. Salmerón

 

Me abandono en tus brazos,
como la tarde en la noche,
como la lluvia en el lago.

Y solo cierro los ojos
para sentirte a mi lado…

Busco cobijo en tus labios,
como la mano en caricias,
como mi pecho en tu abrazo.

Y solo sueño palabras
que digan cuánto te amo…

…Así el silencio nos habla,
así la noche hace magia
y sobre sábanas blancas
este loco Amor descansa…

Me fundo sobre tu cuerpo,
como la nieve en la hoguera,
como una brisa en el viento.

Y solo somos dos bocas
atrapadas en un beso…

Me dejé querer de nuevo,
como una puesta de sol,
como una luna a lo lejos.

Y solo espero a mañana
para que vuelvas a hacerlo…

…Así nos sorprendió el alba
y su luz nos hizo presos,
atando besos y abrazos
entre caricias y versos…

Me abandoné en tus brazos,
y hoy solo tengo el recuerdo…

© 2015  J.I. Salmerón

Aquí he dejado mis penas

084

 

Aquí he dejado mis penas,
volcadas en la cuneta
para viajar más ligero.
Para subir esas cuestas,
las que adivino a lo lejos
andando estrechos senderos.

Pero he cogido tus besos,
los que me dabas al vernos,
y en la mochila los llevo.
Y si anochece en mi alma
y el caminar se hace enero,
yo me caliento con ellos.

Y tus abrazos viajeros,
los que me dabas al irte
después de decir “te quiero…”,
se visten hoy en mi cuerpo.
Y si me abate el vacío
me reconforta tenerlos.

Los árboles eran sombra,
y en la sombra los recuerdos
del tiempo que entre mis manos
yo acariciaba tu pelo,
se vuelven claro de luna,
me pintan luz de lucero.

Aunque me dobla el sentido
estar de tu Amor tan lejos,
y hoy me aturde el desierto
de tus abrazos y besos,
siempre mi vista adelante
por si al caminar te encuentro.

Y ese día volverán
nuestros amores de nuevo,
y tus labios mojarán
la sequía de mis besos.
Y tus abrazos fundidos
en la orfandad de mi pecho.

Por eso viajo sin penas,
para esperar que tu Amor
de nuevo llene mi cuerpo…

© 2015  J.I. Salmerón

Entre dos versos

048

Entre dos versos tu nombre
se mecía en mi recuerdo.
Entre dos besos tus labios
dejaron constancia de ello.

Un verso por nuestro Amor.
Un beso porque yo quiero
de nuevo sentir tu boca
que echo tanto de menos…

Entre dos tardes te tuve
junto a ese río de juncos.
Entre dos largos abrazos
las horas fueron segundos.

Una tarde, al escondite
jugaron nuestras mejillas.
Un abrazo, el carcelero
que encerró tu alma en mi vida…

El verso se hizo emoción.
El beso dolor profundo
al recordarlo en deriva
cuando de mí perdió el rumbo.

La tarde se hizo silencio,
sucumbió al caer la noche.
Y el abrazo, el que apresó,
hoy libera ya tu nombre.

¡Pero no pierdas la fe
que aún nos queda mucha tinta,
y mucho, mucho papel,
donde otros versos te escriba!

…Entre dos versos, dos besos,
dos tardes y dos abrazos,
colmamos de Amor intenso
los días de aquel verano…

© 2015  J.I. Salmerón

Esperaba que opinaras

060

…Esperaba que opinaras
sobre los besos y risas.
Sobre recibir abrazos,
sobre pasear sin prisas.

Sobre las cosas sencillas,
que son las que al mundo mueven.
Sobre los rayos de sol,
sobre si nieva, si llueve.

Sobre ver atardecer
entre cemento y cornisas.
Sobre lo que te escribí
como una cálida brisa.

Sobre si ese corazón,
al galope, se conmueve.
Sobre si el agua de flor
a perfume intenso huele…

Solo esperaba tu voz
abierta como balcones.
Esperaba oír su canto
como trinar de gorriones.

Pero solo era el silencio
el que ocupaba la tarde.
Solo la ausencia de besos,
solo el ansia de abrazarte.

Solo el adiós daba gritos.
Solo la melancolía,
callada como la noche,
llenó mi silla vacía.

En mis bolsillos rasgados
apenas quedaban risas.
Los besos, todos gastados
en labios de despedidas.

No había rayos de sol,
tampoco cálida brisa.
Y en el jardín de mi Amor
tan solo rosas marchitas.

…Esperé que tú opinaras,
y ni el eco respondía…

© 2015  J.I. Salmerón

Llevas razón…

054

 

Llevas razón…

El tiempo vuela,
junto al alma,
Junto al corazón,
Junto a los besos y abrazos
que ayer nos dimos los dos…

Llevas razón…

El tiempo vuela,
y también el Amor…

Hoy la distancia me trae,
envuelto en frío de invierno,
recuerdos que fueron sueños
de tus besos en mi piel.

Y su viento son caricias,
y su camino la estela
de verde hierba y arena
por donde llega tu ayer.

Hoy no me impiden las sombras
dejar sin luz, sin candela,
que en la memoria se pierda
la historia que yo soñé.

Como un desierto mi mente,
y las palabras ausentes,
confundidas por el viento
que arrastraba mi querer…

Llevas razón…

El tiempo vuela,
y en remolino se lleva
la historia de nuestro Amor…

©2015  J. I. Salmerón

A ti te gusta leerme…

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¡…Más de 200 seguidores en mi blog!

Eran números impensables cuando comencé esta aventura. Yo pensaba que iba a estar en familia y, aunque en familia me encuentro, nunca pensé que pudiera ser tan numerosa y extensa como la que ahora, con vosotros, tengo.

Me gustaría ir uno por uno y agradeceros personalmente, con un abrazo, con un beso, con unas cañitas, este calor que me proporcionáis con vuestra compañía. Pero como eso se me antoja, hoy por hoy, un poco complicado (ya veremos cuando inventen la tele transportación), pues os tendréis que conformar con que os dedique uno de mis escritos, y el resto, las cañas, los abrazos y los besos, eso, lo dejaremos para cuando podamos vernos…

¡Gracias a todos por estar y seguir estando en todo momento…!

 

A ti te gusta leerme…
¡Me gusta que tú me leas!
A ti en mis versos perderte…
¡Y a mí encontrarte a la vuelta!

Te gusta subir al sueño
que guardo en nuestra maleta.
¡A mí encontrarte allí dentro,
entre pijamas de seda…!

Te atrapa mi rima lenta…
¡yo ansío rimar tu cuerpo!
Te gusta el verso que empiezo:
“Hoy, mi Amor, cuánto te quiero…”

Me gusta que a ti te guste,
y a ti te gusta que quiera
esperarte con abrazos
escondidos tras la puerta.

A ti te embriaga el arrullo
cuando en tu oído me cuelgo
y te susurro bajito:
“¡me gusta besar tus besos…!”

…Yo te recito las nubes,
tú en las mañanas me observas,
que las tardes son preludio
de este Amor cuando anochezca.

© 2015  J. I. Salmerón