Amó la puesta de sol
a su lejano horizonte
a pesar de la agonía
de sus rayos al perderse.
Amó la leña el calor
que el fuego le producía
aunque ello fuera su muerte
convirtiéndola en ceniza.
Todo es Amor un instante.
¡El rayo que cruza el cielo!
Y después se hace de noche,
el instante es pasajero…
Amó la nieve al invierno
y de día quiso verlo
a pesar de que su luz
la derritiera en el suelo.
Amó la boca aquel beso
que le marcara los labios
aunque el sabor que dejó
fuera de adiós a su amado.
Todo es Amor tan fugaz…
¡Apenas un pestañeo!
Agua apretada en el puño
que no retienen los dedos…
Amamos cada segundo
como queriendo beberlo.
Amamos sin darnos cuenta
lo efímero que es hacerlo.
Ama la vida ese tiempo
que a nuestro lado pasea.
Ama el momento presente
por si mañana no llega.
Amó la noche el silencio.
Amó la luna su estrella.
Amó aquel gato en tejado
la gata que nunca viera.
Amó el segundo la vida.
Amó la pena tu ausencia.
Amó el final de esta rima
aquel papel donde muera.
Todos debemos amar
aunque el instante lo venza…