Ganas de llorar

Hoy solo tengo ganas de llorar,
y lleno con mis lágrimas un ancho río.
Mis penas la corriente las arrastrará
y formarán las olas de algún mar vacío.

Hoy solo tengo lástima al hablar,
por eso callan frases, han enmudecido.
Hoy el silencio empuja la sombra al pasar
convirtiendo calles que antes eran sol, en frío.

Si pudiera parar de repente la lluvia…
Si pudiera volver el pasado en que fuimos…
Si pudiera volar…
Si pudiera cambiar cada paso al andar,
caminando hacia atrás, volvería al olvido…

Hoy solo puedo pensar que no estás.
Que la vida es un juego cruel del destino.
Que la historia que empieza sí tiene final,
y que el sueño ideal, solo es un cuento chino.

Hoy tan solo puedo contemplar
cómo sale la luna al final del camino.
Hoy tan solo da tiempo a mirar y callar,
y otra lágrima más va llenando ese río.

Si pudiera de nuevo volver a empezar…
Si pudiera encontrar la salida en lo oscuro…
Si pudiera soñar…
Si pudiera llenar de humo la soledad,
te podría esconder hasta que pase el frío…

Hoy solo tengo ganas de llorar.
¡Y que pronto de aquí pueda ya despertar,
y pensar que esto, al fin, un mal sueño haya sido…!

©2019  J.I. Salmerón

El sentir de tu recuerdo

 

 

Fue mojando lentamente
tu recuerdo en mi memoria.
Fue mojando mi esperanza
en los besos que nos dimos
en las tardes de febrero.

Fue mojando como lluvia
que las nubes me regalan
suavemente desde el cielo.
Que me envuelven de nostalgia.
Que me empapan de deseo.

Y como agua voy mojando
cada esquina de la calle,
los tejados de las casas,
y ,como me sobra agua,
cada charco lleno luego.

Y de lágrimas se llena
la visión que de ti tengo.
Cada lágrima una gota.
Cada gota es esa pena
que llora si no te veo.

Hoy la lluvia no ha cesado
y no sé si son las gotas
que se escapan desde el cielo,
o son lágrimas sentidas
que hoy me brotan por tu ausencia
desde el fondo de mi cuerpo.

Solo sé que fue mojando,
lentamente en mi memoria,
el sentir de tu recuerdo…

©2018  J.I. Salmerón

 

Tu invierno

Llegó de nuevo aquí el frío,
cambió el verano al invierno.
Llegó, e igual que tu ausencia,
dejó temblando mi cuerpo.

Porque tu ausencia es el frío
que me recorre por dentro.
Tu ausencia es nido vacío.
Jardín sin flores creciendo.

Llovió la noche que huimos
para dejar de querernos.
Nos empapó la distancia
que separó nuestros cuerpos.

Porque tu ausencia es el hielo
que deja yermos los huertos.
Y deja bocas cerradas
donde no quedan más besos.

Llegó la noche tan pronto
que apenas tuvimos tiempo
en entregarnos las manos
que antes tocaban los cielos.

Porque tu ausencia es amarga
como lo fue el desconsuelo
cuando volviendo la cara
dijiste ya no te quiero…

Llegó el invierno tan pronto
que apenas otoño siento.
No sé si es cambio en el clima
o que, desde que te fuiste,
tu ausencia ha helado mi cuerpo…

©2018  J.I. Salmerón

 

Los abrazos nunca duelen

 

Los abrazos nunca duelen,
lo que duele es su recuerdo.
Son barrotes de una cárcel
donde quedaron cerrados
con llave los sentimientos.

Entonces lo comprendí…
Por eso siempre decías
sin soltarte de mi cuerpo
que esperara un poco más,
que te abrazara de nuevo.

Ahora que busco tu abrazo
no sé dónde hacerlo.
Ahora que no oigo tu voz
libero el recuerdo.

Los besos nunca calaron
tanto como el océano.
Aunque nadamos en ellos
de tanto que los usamos
en esas noches sin freno.

Entonces lo comprendí…
Por eso siempre tus labios
dormían sobre los míos
tapados por una manta
tejida solo de besos.

Ahora que busco tu boca
solo hay un desierto.
Ahora que busco tu mar
no encuentro ese puerto.

Buscamos la soledad
para encontrarnos de nuevo.
Tú sol de un amanecer,
yo luna que no se ve,
pero soñando tenernos.

Ahora me duele
tu cuerpo tan lejos.
Ahora tu ausencia
muere en sentimiento.

©2017  J.I. Salmerón

Vivir de añoranza

 

Era lágrima su rostro
mojando de pena amarga
los recuerdos que acudían
ahogando su corazón.

Sin duda que era la ausencia
la que pasaba factura,
la que dejaba las marcas
profundas por la emoción.

¡Tanto silencio atronaba la sala.
No había sol que el espacio llenara…!

Era de llanto su vida
dándola ya por perdida
acurrucando su alma
al más lejano rincón.

Era tan larga la cuesta,
tan pronunciada y funesta,
que no sentía las ganas
de luchar contra el dolor.

¡Cada palabra escondía su habla.
Solo un suspiro de adiós se escuchaba…!

Un río por su mejilla.
De nuevo el sol se apagaba;
hoy tan oscura su alma
y la mañana tan fría…

La pena marcó distancia.
Hoy era suyo el momento
dejándonos sin aliento
tan lejos de la esperanza…

¡Hoy el instante requiere templanza.
Solo nos queda vivir de añoranza…!

©2017  J.I. Salmerón

Doblan el tiempo los meses

Juan I. Salmerón

Doblan el tiempo los meses.
Hacen pasar esta vida
entre las hojas de días
de calendarios siguientes.

Y pasan los jueves lentos
en los que no puedo verte,
dejando tardes sin suerte
con este Amor de recuerdos.

Y pasan los labios suaves
por el viento, recordando,
imaginando, evocando
besos llenos de instantes.

Todos los años de otoño,
con hojas que caen al suelo
sin esperanza o consuelo
de completar este sueño.

Se escaparon los besos
del tormento del Amor
dando paso a aquel adiós
de la voz entre mis dedos.

Las hojas siguen cayendo
del calendario a diario
doblando meses y años
hasta que vuelva el tenernos.

Pasa otra hoja de ausencias
del calendario en mi suerte
sin dejar que pueda verte
para aliviarme las penas.

© 2016  J.I. Salmerón

Matar el sentimiento

Juan I. Salmerón

Me gustaría matar el sentimiento,
pero no puedo, no soy capaz,
ni tan siquiera lo intento…

Desearía separar algún instante,
solo un momento, de mí tu corazón,
pero es que yo adoro su ritmo, y su letra,
y el baile íntimo de su canción…

Hoy me atraviesa un recuerdo
y el viento me trae tu abrazo,
y hasta que no oigo cerca tus besos,
mis labios viajeros te están buscando.
Siempre siguiendo tus pasos.

Latido tras latido, ritmo lento,
nos implica el corazón.
La decisión no es pensada,
no hago consulta en mi almohada,
es cosa de la emoción.

Nos quisimos ver por un momento
pero la noche nos cubrió,
y su reloj paró en la sombra
tu abrazo con mis besos,
como ese tiempo sin tu Amor.

Posiblemente sea lo mejor,
Si no hay miradas no habrá palpitación.
Pero hay adictos como yo, con este apego,
que en cada ausencia que hago tuya en mi exterior,
mi corazón, con gran dolor, muere por dentro.

Yo sé muy bien que cualquier día
tus ojos, su mirar, se harán de luz en mi pupila.
Solo es el tiempo delator el enemigo
en esta guerra sin cuartel,
que hoy es sin verte tan cruel, y a veces fría.

Cuando anochezca o nada más amanecer,
en un garaje, entre la hierba, en la avenida.
Sobre las sábanas planchadas de la cama de un hotel,
O en esa oscura intimidad cuando se cierran las cortinas.

Mi corazón te irá a buscar,
que la pasión ya no es cautiva.
Y entre mis besos nadaras,
así que estate prevenida…

© 2016  J.I. Salmerón

Hoy te eché de menos

011

Hoy te eché de menos…

Y tu silla vacía,
como mi corazón por tu ausencia,
aumentaba el abrumador silencio
que se apoderaba
con su ensordecedor eco
de cada rincón de mi alma.

Y mi corazón gritaba
que tu cuerpo y tu Amor,
ahora en otras mañanas,
vuelvan pronto a soñar
junto al mar de mi almohada.

Hoy sentía tu ausencia punzante en mis huesos.
Y mis manos lloraban
tu falta en mi tacto.
Y mis ojos la huida del roce
de vista en tu piel.

Y mi boca dobló un suspirar que guardó del sonido.
No quería una lágrima más
en el mar del recuerdo,
ni otro ahogo en los besos
que yo te entregué.

Hoy la tarde pesó por no verte.
Sus palabras son mudas y huecas
como un día sin sol.
Y la noche, atrapada de miedos,
escaló el horizonte
y en lo oscuro murió.

Hoy te eché de menos…
Y la silla, vacía de ti,
al igual que mis ojos de azul,
en la sombra lloró…

© 2016  J.I. Salmerón

No quise decirte adiós

Juan I. Salmerón

No quise decirte adiós,
yo no podía.
Preferí solo hasta luego
por si tiempo después
yo tuviera la suerte
al doblar de una esquina
de encontrarme contigo
y volvernos a ver.

Por eso fue mejor callar y así otorgar,
que no fueran palabras.
Y así mi corazón, dispuesto en la emoción,
en el adiós llorara.

Quizás fuera el Amor
que yo por ti sentía,
la angustia de perderse
de nuevo el corazón,
lo que impidió decirte
por miedo a tu partida
que en mí tu larga ausencia
sería un gran dolor.

El alma me imploraba que no te fueras,
ni adiós ni despedida.
Por eso procuraba no mirarte,
o no habría salida.

Tal vez sin un adiós
el sueño viviría.
-Sin una despedida
tampoco habrá dolor-
Que no fui yo consciente
que el sueño moriría,
que dio igual hasta luego
que haberte dicho adiós…

© 2016  J.I Salmerón

Tu voz, la lejanía…

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Tu voz, la lejanía.
Tu huella, mi camino.
Tu sombra, mi refugio.
Tu ausencia, mi destino.

Tu sonrisa, siempre hogar.
Tus caricias, mi delirio.
Tu abrazo, arena de mar
donde me hundo tranquilo.

-Así vuela tu recuerdo
cuando te pienso en silencio.
Así mi Amor duerme el tiempo
para esperar tu regreso…-

Tu suspirar, mi deleite.
Tus manos, mapa de Amor.
Tu corazón, un galope.
Tus labios, pétalo en flor.

Tus secretos, mi codicia.
Tu Amor, mi necesidad.
Tus ojos, faro en la niebla
que guían mi transitar.

Tu imagen, mil recuerdos
que alborotan a mi mente
Y tus besos…
Tus besos son la esperanza
que en sueños abrazo al verte…

©2015  J. I. Salmerón