Escribe tú el argumento

Juan I. Salmerón

 

Queremos siempre vivir el mejor de los momentos.
La vida siempre en color,
la bella puesta de sol,
y la rosa sin espinas.

Queremos ver el camino sin cuestas, siempre recto.
Con flores a nuestro paso,
cielo azul por todos lados,
y las calles sin esquinas.

Pero la realidad es a veces bien distinta.
Hay días que es gris el cielo
y no encontramos consuelo
ni abrazo que nos abrigue.

Lo que ayer era tan bello hoy tiene muy mala pinta.
Los charcos bajo los pies,
la lumbre por encender,
y el frío polar que sigue.

Por eso es fundamental la actitud a mantener,
para pintar de colores
ese cielo tan plomizo.
Para ir plantando de flores
las laderas del camino.
Para doblar las esquinas,
para subir esas cuestas,
y cuando el alma tirite
buscarnos un buen abrigo.

Queremos siempre vivir el mejor de los momentos,
por eso es que hay que luchar
sin perder de vista el sueño.
Las espadas siempre en alto,
no cejar en nuestro empeño.
Y si no te gusta el libro
no continúes leyendo,
no pases sin más las hojas
y escribe tú el argumento.

© 2017  J.I. Salmerón

Si fuera lluvia

Juan I. Salmerón

 

Si fuera lluvia…
Mojaría tu pelo,
y tu voz,
y tu cara.

Calmaría el calor
que siente tu ser
cuando vuela el Amor
y de nuevo se marcha.

Si fuera lluvia…
abrazarían mis gotas
todo tu cuerpo,
toda tu alma.

Resbalaría, despacio,
desde tus ojos
llenos de toda esa luz
hasta besar a tus labios.

¡Y sería la gota
que colme tu vaso.
Agua fresca que bebes
con sed en verano!

¡Alimento mojado
que piden tus hojas.
De la lluvia que cae
la mejor de sus gotas!

Si fuera lluvia…
Dejaría en un charco
húmedos besos
para atraparlos.

Hasta que evaporaran
te estarían mirando.
Hasta que tu mejilla
quisiera llevarlos.

Si fuera lluvia…
Mojaría tu vida
como leve susurro,
como suave caricia.

Seguiría lloviendo
hasta que el aguacero
empapara tu cuerpo,
te calara por dentro.

¡Y de nuevo sería
de mi ser el consuelo
el volver a llover
de la nube del cielo!

© 2016  J.I. Salmerón

…Sobre la calle de plata

F1000018

 

…Sobre la calle de plata
que por la lluvia es pintada,
de la plazuela a la escuela
bajaba el Amor al alba.

Saltaba alegre los charcos,
los pisaba con cuidado,
no quería estropearse
el charol de sus zapatos.

Las coletas recogidas
en dos campaneros lazos.
Verdes los hizo su abuela.
Verdes sus ojos de prado.

Yo esperaba tras la esquina,
en un portal, escondido,
a que pasara aquel sueño
y me llevara consigo.

Sus libros, presos de abrazo,
junto a su pecho apretados.
Por las rodillas su falda
de cuadros ajedrezados.

Largos calcetines blancos…
Y mi suspiro, aún más largo.
¡Os juro que era el Amor
en chiquilla transformado…!

Mirada de verde intenso,
profundo mar de olivar,
que me tenía embrujada
mi alma y mi voluntad.

Por las tardes esperaba,
como un encuentro casual,
verla subir por la calle
entre charcos de cristal.

Y allí quedaba escondido,
y de tristeza embargado,
por ver pasar al Amor
y no poder abrazarlo.

…Sobre la tarde dorada,
entre las piedras tirado,
mi corazón observaba
al Amor pasar de largo…

©2015  J.I. Salmerón