La noche

Avanza lenta la tarde
mientras le espera
la negra noche,
sola en la acera.

Como una dama
que esconde el misterio,
con negros ojos
que brillan llenos de besos.

Atrapa bajo sus brazos
la noche a la tarde, y luego,
bajo ese tul de luceros,
le va contando deseos.

Y cae la tarde y se entrega…
Y el sol calienta ya menos…
La noche calma en su brisa
su fuego intenso.

“Ven y soñemos…
Que aquí en lo oscuro,
donde la vida se calla,
te espera el tiempo…”

Y en un abrazo se entregan…
Naranja y rojos pintan los cielos…
No se distingue la tarde
entre esa noche de sueños.

“…Otra batalla ganada…”
Dice la noche a los cielos.
La dama oscura se impone
y cubre la tarde en su velo.

Y piensa…

“Mañana, otra tarde incauta,
vendrá de nuevo a mis brazos.
Y entre las sombras de estrellas,
bajo el mirar de mis ojos tan negros,
caerá de nuevo rendida
a este silencio en lo oscuro
donde regalo mis besos…”

©2018  J.I. Salmerón

La dama del balcón

 

…Aún ve pasar aquellas cabalgatas
debajo del balcón donde vivía,
cogida de la mano de su padre
y asomada a la calle de puntillas.

Recuerda las carrozas decoradas
de los Reyes de enero siendo niña.
Aquellas que portaban los regalos
que bajo el árbol luego amanecían.

Aún le parece estar viendo de nuevo
a sus amigas jugando en el parque,
cómo llamaban gritando su nombre
pidiendo sin descanso que bajase.

Mirando desde arriba aquella calle,
cuando era poco más que adolescente,
cómo esperaba sentado en el banco
ese chico, su eterno pretendiente.

Mañanas de domingo en primavera,
bikini para tostar su moreno,
y cuando su madre se iba a la compra
en toples recibía al sol su pecho.

Primeros cigarrillos en la noche
compartiendo su humo con la luna
con esas bocanadas que transgreden
las normas aprendidas desde cuna.

Faroles sigue viendo engalanando
la plaza que desde arriba divisa
donde las noches de fiesta bailaba
entre amigos, cerveza, y sonrisas.

Hoy sigue viendo cómo pasa el tiempo
debajo del balcón que fue su vida
aunque se empape en lágrima el recuerdo,
aunque su mirada sienta perdida.

Por “dama del balcón” es conocida,
porque no deja un día de asomarse
para poder así parar su vida,
para que el tiempo, esquivo, no se marche.

©2017  J.I. Salmerón

Terminar lo que dejé sin hacer… ¡Volveré…!

168

…A medias dejé sus puertas, sus torreones y almenas.

A solas dejé a mi dama dentro de la fortaleza.

No pude contener las olas con su bravura de espuma,

no pude dar al castillo en sus paredes la altura

impidiendo el paso del mar, convirtiéndolo en llanura.

Por eso es que yo he de volver con mis naves a esa orilla,

donde dejé sin hacer los sueños que ella pedía:

ese castillo, corcel, carruaje y sedas finas,

todo lo que mi «doña Inés» con tanto Amor me pedía.

…Tan solo serán unos días, que yo os prometo volver,

tan solo terminar paredes, torreones y el corcel.

Y desviar las mareas, las de esa espuma tan brava,

para que otro año yo vea en las almenas mi dama…

©2014  J. I. Salmerón

…Pues eso, que me marcho unos días a ver si termino esas cosas que se dejan a medias por esas aguas tan frías. A juntar arena y agua para hacer nuevas paredes de ilusiones, que junto a las olas que vienen vendrán también los amores que un día se perdieron mar adentro, como esas olas que abrazas y al ratito ya ni me acuerdo, se fueron de nuevo al mar perdiéndose muy adentro.

Volveré con nuevo mes, a primeros de septiembre, volveré con mucha fuerza, con más versos y sonetos, con dibujos que de luz  pintaré para mis fotos.

No desesperes, regreso. No temas que son muy pocos estos días de que hablo, estos días que no estoy tan atento a lo que expongo ni a lo que tú expones tampoco.

Seguro que donde voy no hay cobertura ni internet, no podré estar conectado, tan solo espero tener cerveza para la sed, muy fría, a punto de nieve, y una sombra muy cercana para descansar en barra y decirle al camarero: «oye, otra cerveza más, que la musa no me viene…»

¡Felicidad a todos y buen descanso!

¡Nos vemos en septiembre…!