Mala memoria

¡Y es que esta mala memoria
me tiene tan aburrido…!
¡Que ya no recuerdo ahora
qué es lo que te iba a decir!

La frase, casi perfecta,
ha volado de su nido,
su hueco quedó vacío
sin encontrar qué decir…

¡Que falla más, que escopeta
de las barracas de feria…!
¡Más que apostar a ruleta
jugándolo todo al seis…!

Como un mechero sin piedra
en medio de una acampada.
Como el botón de un paraguas
cuando comienza a llover.

El caso es que cuando pienso
creo que me acordaré,
pero al pasar los minutos
ya no sé lo que pensé.

Y entonces vuelta a empezar
a hacer otra vez lo mismo.
A ver si así, repitiendo,
el recuerdo vuelvo a ver.

Pero nada, no hay remedio,
que no sé si es hoy o ayer.
Si estamos a veinticuatro
o está comenzando el mes.

Que hay días que tengo dudas
del portal en donde vivo.
Y solo al sonar las tripas,
sé que me toca comer.

…Dicen, es por contentarme,
que eso son cosas de genio.
Que el olvido es de los grandes,
de célebres personajes.

Pero yo no me lo creo,
más bien es cosa de edad.
O ese alemán caprichoso,
ese Alzheimer tan malaje.

¡…Espera, que no me acuerdo
por qué os estoy escribiendo…!
¿Es que estoy hablando solo…?
¿Será que nos conocemos…?

La verdad que no me acuerdo,
así que terminaré.
Por si estoy metiendo el cuezo
y más tarde me arrepiento.

Aunque, claro, da lo mismo,
porque si ya no me acuerdo
me exime de toda culpa.
Que no es porque lo haga adrede,
que es cosa de mi cerebro…

© 2018  J.I. Salmerón