Los abrazos nunca duelen,
lo que duele es su recuerdo.
Son barrotes de una cárcel
donde quedaron cerrados
con llave los sentimientos.
Entonces lo comprendí…
Por eso siempre decías
sin soltarte de mi cuerpo
que esperara un poco más,
que te abrazara de nuevo.
Ahora que busco tu abrazo
no sé dónde hacerlo.
Ahora que no oigo tu voz
libero el recuerdo.
Los besos nunca calaron
tanto como el océano.
Aunque nadamos en ellos
de tanto que los usamos
en esas noches sin freno.
Entonces lo comprendí…
Por eso siempre tus labios
dormían sobre los míos
tapados por una manta
tejida solo de besos.
Ahora que busco tu boca
solo hay un desierto.
Ahora que busco tu mar
no encuentro ese puerto.
Buscamos la soledad
para encontrarnos de nuevo.
Tú sol de un amanecer,
yo luna que no se ve,
pero soñando tenernos.
Ahora me duele
tu cuerpo tan lejos.
Ahora tu ausencia
muere en sentimiento.