En las nubes

 

Juan I. Salmerón

Dicen que yo allí resido,
que no me entero de nada,
que vivo siempre colgado
y es perdida mi mirada.

¡Qué sabrán ellos del mar…!
Si es dulce su agua o salada.
¡Qué sabrán de las sirenas
si no han sabido buscarlas…!

Dicen que estoy tan ausente
como un árbol en la playa.
Como una sombra en la tapia
donde el sol su Amor descansa.

¡Qué sabrán ellos del bosque…!
Si a los árboles no hablan.
¡Qué sabrán sobre los duendes
que se han casado con hadas!

Todo porque voy flotando,
con la mirada bien alta.
Todo porque me codeo
con esas nubes que me hablan.

Las que me pasean lejos,
las blancas de la mañana.
Las que me ceden la cuna
de la luna en retirada.

…A veces me llaman loco
por soñar con tantas ganas
y me señalan el paso
si ven mis pies en volandas.

¡Qué sabrán ellos de sueños…!
Si pasan el día a rastras.
¡Qué sabrán lo que es un beso
Si tienen la boca atada!

Yo, mientras tanto, en mi nube,
perdido, sí, pero en casa.
Soñando cerca del mar,
dentro de bosques de hayas.

¡Dejad que siga en mi nube,
aunque me cuelguen los pies,
besando por las mañanas…!

© 2016  J.I. Salmerón

Sueño de una noche de verano

18-04-2009 12-54-30_0124

 

Fue en “el sueño de una noche…”
de un verano ya lejano.
En un teatro pequeño,
en uno de esos de barrio.

Donde los actores sueñan
con ser ya pronto aclamados.
Que son tan solo estudiantes
en las artes del teatro.

Allí, digo, William Shakespeare
y tus ojos, mano a mano,
me tenían extasiado
sin atender lo mundano…

Y es que yo, como Lisandro,
solo quería tu Amor,
y terminar escapando
entre los bosques en flor,

entre praderas y ríos,
y elfos, duendes y hadas,
para acariciar tus noches
y de mi dicha inundarlas.

…Pero al final desperté,
¡Que se acabó el quinto acto!
y aquello me devolvió
de nuevo a lo cotidiano.

…Y allí se perdió la magia,
o al menos yo eso creía,
porque estaba equivocado
¡Que a mi lado residía…!

¡Que se encontraba en tus ojos!
esos que me cautivaban
entre los actos de Shakespeare,
ojos que tanto yo amaba.

…Y se quedó junto a mí
toda tu magia, que inunda,
ella fue la responsable
de lo que crea mi pluma…

…Fue en “el sueño de una noche…”
que durará mientras viva,
que existirá hasta que mueran
mis poemas o mi vida…

 © 2015  J. I. Salmerón