Era amante de la madrugada.
Era sombra de todo silencio.
Era, de las velas, la apagada.
Era llama del Amor eterno.
La conquista de cada llanura.
El reflejo interno del espejo.
La flor que brotaba en el asfalto.
La madre besando a su pequeño.
Siempre en cada esquina era presente.
Siempre en cada página, comienzo.
Siempre en primavera era la lluvia.
Siempre en la tormenta, el rayo intenso.
Es lo que tiene el momento…
Es lo que tiene la esencia viva
de los segundos que van corriendo.
Es lo que tiene la magia
de cada paso, de cada intento.
Es lo que tiene ser tiempo…
Era la vista de los testigos.
Era la imagen de aquel recuerdo.
Era la noche de luna llena.
Era caricia sobre los cuerpos.
La playa llena de sol y arena.
La mesa alegre donde comemos.
El río grande por la explanada.
La nieve fina de los inviernos.
Siempre en cada verso era la rima.
Siempre en cada paso, el paso inverso.
Siempre de la sangre, el corazón.
Siempre la pasión en cada beso.
Es lo que tiene el momento…
Es lo que tiene ser siempre el alma
de cada instante que vas sintiendo.
Es lo que tiene llevar por dentro
segundos, minutos, y viento.
Es lo que tiene ser tiempo…
©2018 J.I. Salmerón