Un pozo negro la noche, sin luna.
Un sueño por alcanzar.
Un callejón con pared, sin salida,
negro en cualquier bulevar.
Pero el día llegará,
poniendo cordura a nuestros instintos.
Y la aurora detendrá
sombras que un día vistieron de luto.
Un viento que empuja desordenado.
Una mirada hacia el mar.
Un horizonte muriendo en asfalto.
Un cielo preso en ciudad.
Y la barca partirá,
llevándose dentro solo hombres justos,
a una isla donde amará
ese paisaje de edén que es el mundo.
Corren las sombras por la carretera.
Pasos que vienen y van.
Almas que cruzan su fe en las aceras
sueñan con su libertad.
La mirada ganará,
dando color donde quiera que fueras.
Y nuestra alma besará
a un corazón al que quiera de veras.
¡Triunfó el Amor sobre los odios.
Ganó a la guerra la paz.
Saldrá la luz de todos modos,
no gana la oscuridad…!