Sobre las sombras
crecen los puentes,
y en cada extremo la orilla
del río que los sostienen.
De piedras todas
tan abrazadas,
como si fueran amigas
por el tiempo separadas.
Crece en la sombra,
junto a ese puente,
junto a ese río de agua,
palos llenos de hojas verdes.
Los que contienen
bajo sus ramas
toda la sombra que adorna
cada paseo que daba.
Y bajo el puente
se resguardaba
el banco donde aquel día
vi a una princesa sentada.
¡Era de luz su sonrisa,
y de luna su mirada!
Era, seguro, otro sueño
que el río me regalaba.
En esas tardes
donde uno cree
que no es verdad lo que pasa,
que lo imagina su mente.
…Sobre el recuerdo
la risa crece,
y el sentimiento que abraza
al alma cuando anochece…