Tragando sentimientos

A veces voy tragando sentimientos
por no contar al mundo mis derrotas.
A veces siento la cara de idiota
al abrazar las sombras y lamentos.

Es duro estar de pie frente a los vientos
a ver por cuanto tiempo los soportas,
haciendo ver que ni siquiera notas
como te afecta el pasar de los tiempos.

Yo doy mi vida en cada palpitar.
En cada paso que doy por la acera
yo voy buscando siempre la verdad.

Como si fuera mi misión primera,
aunque he vivido veinte vidas ya.
Aunque haga de este sueño mi quimera.

©2018  J.I. Salmerón

Corazón

 

Siempre el corazón entre sus rejas.
Siempre preso, viviendo del sentir.
Siempre encerrado late palpitando.
Siempre besando fuerte en su existir.

De piedra un corazón quiero comprar,
un corazón que no sienta latidos.
Un corazón que ya sepa olvidar,
un corazón que ignore los sentidos.

Y un día, si quiere, que se escape.
Así será de Amor el más buscado.
En blanco y negro quede su color
como en invierno el bosque si ha nevado.

Quisiera yo elegir un corazón
que sienta la amargura del pasado.
Que llore por la rabia de un adiós
cuando en el parque queda abandonado.

Quisiera un corazón tan fuerte y frío,
forjado con el más duro metal,
al que los golpes solo le hagan ruido;
y que las puñaladas, cosquillas nada más.

Y un día si se queda el pecho hueco,
si el alma no encuentra donde llorar
porque no hay corazón ya donde hacerlo,
que no lo eche de menos, nada más.

Si toco, noto dentro cómo llama
con ritmo acompasado, el corazón.
Si lloro, oigo música de nana,
para que así se calme mi aflicción.

¡Yo vendo un corazón,
quién lo quiere comprar!
Para el mejor postor
será su ritmo.

¡Regalo una emoción,
un beso de verdad,
para el que el corazón
ya no tuvo destino…!

…Siempre el corazón entre sus rejas.
Siempre preso, esperando para amar…

©2017  J.I. Salmerón

Tu primer beso

Juan I. Salmerón

(Los amantes hechos árbol)

 

Recuerdo tu primer beso en mi boca.
Como si ayer fuera hoy, yo lo recuerdo.
Esos labios dudando por el miedo
que hicieron derretirme siendo roca.

El tiempo no ha querido que olvidara
la pasión que brotaba de tus labios
no permitiendo que borren los años
ese dulzor que mi boca besara.

Un beso de un abrazo acompañado
donde el mundo paró por un instante
para que el palpitar fuera escuchado.

Un beso que al final no fue bastante.
Por eso no paré de ser besado,
para que nunca pueda yo olvidarte.

© 2016  J.I. Salmerón

Solo un minuto

Juan I. Salmerón

Parece poco un minuto.
Apenas unos segundos
atados de pies y manos
en corto lazo de tiempo.

Tan solo atrapa un suspiro.
Un breve espacio de vida
que en el pasar de los días
no deja casi recuerdo.

Pero si miro a tus ojos,
un minuto en ese bosque
viendo tu sol que se esconde,
es un eterno paseo.

Un minuto entre tus brazos
notando ese palpitar
de tu pecho al respirar,
es como un libro de versos…

¡Son tantos esos minutos
que vamos desperdiciando
sin reparar que su encanto
es sumar muchos de ellos…!

Y es que si cuento los besos
que en un minuto le di
a tus labios carmesí,
seguro pasen de ciento.

Que hasta tu boca se ahogaba
como playa de su mar
de tantas olas que van
llenándote de mis besos.

Es una brizna de tiempo.
Es el lamento que da
a mi boca el recordar
tu boca diciendo “quiero…”

Ese minuto fue eterno.
Cuando lloró el sentimiento
y la emoción por momentos
en nuestros brazos creció.

Cuando juntamos los cuerpos
en esos breves instantes
y el mundo no fue el de antes
de entregarnos a ese Amor…

Ya sé que es solo un minuto,
que parece poco tiempo,
pero prefiero tenerte
sesenta segundos mía
que estar llorando tu adiós…

© 2016  J.I. Salmerón

¿Recuerdas…?

Juan I. Salmerón

¿Recuerdas…?
Nos vimos dentro de un sueño.
Un sueño mientras dormías,
un sueño que era tu sueño.

Aunque tantos son los días
que pienso en él y me digo
que yo sé que te toqué,
que fue tan real querernos…

Olía tan bien tu pelo…
Y tu camisa tan blanca
como esa luna de nácar
cómplice en nuestros encuentros.

¿Recuerdas…?
Tú mirabas a mis ojos
y los tuyos, color bosque,
en mi mar eran dos remos.

Y fue tan cierto ese abrazo
que no lo podrás negar,
y tu pecho, el palpitar,
marcado dejó mi pecho.

No quisimos informar
a la gente de este sueño,
era nuestro secreto
y nadie puede saberlo.

Dime que recordarás
cada uno de mis besos
como yo llevo marcados
tus labios en mi recuerdo.

Que yo te sigo sintiendo,
que yo a ti te sigo viendo
dibujando un corazón
con mi nombre escrito dentro.

¿Recuerdas…?
Como un día al despertar
tú eras playa y yo tu mar
y fue realidad el sueño…

© 2016  J.I. Salmerón

Tanto es el placer al verte

Juan I. Salmerón

Tanto es el placer al verte
que muda queda mi habla
y las palabras se esconden
por el rubor que les causas.

Solo a tus ojos atiendo,
solo un pensamiento habla,
el de quererte besar,
el de abrazarte con alma.

Y no sé cómo contengo
en mi interior esas ansias
al verte envuelta de Amor
tan cerca de mi mirada.

Tan cerca, labio con labio,
tan inminente besarlos.
Tan juntas, mano con mano,
sin ni siquiera rozarnos.

Mis recuerdos son las letras
que sustituyen palabras
al revivir los abrazos
que junto al río me dabas.

Al sentir tu cuerpo mío,
besándose alma con alma,
mientras tu espalda acaricio
y tu pecho palpitaba.

Desnudos sobran palabras,
solo habla el sentimiento.
Nos envuelve la canción
del latir de nuestros cuerpos…

Según te acercas a mí
más intenso lo recuerdo.
No sé si podré evitar
que mis labios sean fuego.

¡Que se apoderen, raptores,
de tu boca, de tus besos.
Que del talle te sujete
dejando en uno dos cuerpos!

Pero la razón se impone…
¡Filas firmes, mi sargento…!
Y el corazón desbocado
de nuevo vuelve a su encierro.

Y allí quedó mi placer,
en los ojos que te vieron.
Y mi habla sin palabras,
que solo soy sentimiento.

Pero me sigue gustando
verte llegar a lo lejos
a pesar de ser consciente
que mi Amor quedará dentro.

Por eso mi pasear
por la ribera del río,
para poder disfrutar
de tu mirar frente al mío.

Aunque reprima las ganas
que tengo de estar contigo.
Aunque me cueste llorar
cuando tú ya te hayas ido…

© 2015  J.I. Salmerón