Una historia de Amor

Ella no podía esperar más.
Era comparable a una larga condena.
Todos estos meses sin poder besar
esos labios que sueña encontrar,
estos, sus dulces labios, que mueren de pena…

Nunca se dijeron adiós.
No era su intención tardar
tanto en tenerse de nuevo.
pero así es como ocurrió,
y el pasar de los días dobló su dolor.

Eran besos que son alimento del alma.
Eran besos con ganas.
Eran besos tan tiernos,
que su falta, seguida en el tiempo,
provocó que muriera de Amor.

Su mirada tal vez,
que hay momentos que no la recuerda.
Y ese roce al hablar,
que tan cerca en su cuello sensible,
le impedía, sensata, pensar.

Sin mirar, como loca,
otra calle cruzó a la carrera.
Él estaba, de nuevo, sentado en el banco del parque,
donde a solas en aquellas tardes,
boca a boca le enseñó a besar.

Y al llegar por detrás,
le tapaba los ojos mientras preguntaba
si sabía quién era,
si él notaba también como su corazón se acelera,
Si la vino a buscar…

Es la desilusión esa mueca en su cara.
La amargura vestida de gala
cuando vio y comprobó,
que él no era quien ella esperaba,
que, sin duda, él no era su Amor.

…Una larga condena,
muriendo de pena.
Una lágrima más que de nuevo brotó.
Una historia de Amor,
que como otras lo hacen, al final terminó…

© 2018  J.I. Salmerón

Niebla en el recuerdo

 

Hace frío…
Una mueca por sonrisa
lleva el alma reflejada.
La niebla todo lo abarca.
Y una hoja seca,
que ya no ve el futuro
a su alrededor,
vuela desde la rama del árbol
hasta la negra explanada.

Es muy tarde…
Se adivina cómo el viento
arrastra sin compasión
cada rastro de recuerdo,
cada suspiro de tiempo
que llevábamos prendido
sobre el pecho,
sujeto con un liviano
alfiler sin pasador.

Yo tampoco adivino
lo que acontece más lejos.
Yo también noto ese frío
calando en mi corazón.
La niebla sobre mis ojos
ha vuelto a color incierto
los recuerdos que hoy han vuelto,
los que ahogaban mi interior.

Hoy el olvido se ha roto.
Hoy ese parque brumoso
respira restos de ayer.
Toca sobre mis hombros
el árbol de los momentos,
y con raíces de tiempos
que han arrastrado los vientos,
atrapa fuerte mis pies.

Hace frío…
Es muy tarde….

Hoy la noche solo se adivina,
la bruma se apresó de ella.
Es como nuestra memoria,
que encerrada vive ausente,
y entre niebla de otro tiempo
ya no conseguimos verla.
Por más que uno se esfuerce,
por más que uno se empeña…

©2017  J.I. Salmerón

La dama del balcón

 

…Aún ve pasar aquellas cabalgatas
debajo del balcón donde vivía,
cogida de la mano de su padre
y asomada a la calle de puntillas.

Recuerda las carrozas decoradas
de los Reyes de enero siendo niña.
Aquellas que portaban los regalos
que bajo el árbol luego amanecían.

Aún le parece estar viendo de nuevo
a sus amigas jugando en el parque,
cómo llamaban gritando su nombre
pidiendo sin descanso que bajase.

Mirando desde arriba aquella calle,
cuando era poco más que adolescente,
cómo esperaba sentado en el banco
ese chico, su eterno pretendiente.

Mañanas de domingo en primavera,
bikini para tostar su moreno,
y cuando su madre se iba a la compra
en toples recibía al sol su pecho.

Primeros cigarrillos en la noche
compartiendo su humo con la luna
con esas bocanadas que transgreden
las normas aprendidas desde cuna.

Faroles sigue viendo engalanando
la plaza que desde arriba divisa
donde las noches de fiesta bailaba
entre amigos, cerveza, y sonrisas.

Hoy sigue viendo cómo pasa el tiempo
debajo del balcón que fue su vida
aunque se empape en lágrima el recuerdo,
aunque su mirada sienta perdida.

Por “dama del balcón” es conocida,
porque no deja un día de asomarse
para poder así parar su vida,
para que el tiempo, esquivo, no se marche.

©2017  J.I. Salmerón

Proyecto fotográfico “El Desastre de Sofi” – Día 30 – Otoño

Hoy ponemos fin al proyecto fotográfico de «El desastre de Sofi»,  (https://eldesastredesofi.wordpress.com/2015/08/29/proyecto-de-fotografia/?c=690#comment-690)

Fue muy interesante participar y poder darle mi punto de vista fotográfico al tema que Sofi proponía para cada día del mes. Gracias por hacerme pensar, Sofi, espero haber estado a la altura.

Hoy, como despedida, propones un tema muy adecuado: «Otoño» Melancolía pura, al igual que ocurre al terminar con algo, bien sea un proyecto, un mes, un bonito paseo o un intenso beso. Otoño, termina un ciclo y todo se ralentiza, las luces son más tenues, más cálidas, más cobrizas. El sol tan solo acaricia lo justo para que sintamos su calor de forma tenue, como un apretón de manos, como un abrazo en el parque, bajo la rama de un árbol, bajo sus hojas de oro, bajo la luz de la luna, de una gran luna de otoño…

Hasta el próximo proyecto.

 

Juan I. Salmerón

© 2015  J.I. Salmerón