No estoy seguro… No entiendo
si fue verdad o era un sueño.
¡Fue tan real el momento…!
Que yo me niego a pensar
que lo inventara el cerebro.
La tarde sobre los prados,
sobre los ríos sedientos.
La de los verdes trigales,
la tarde que va escondiendo
yo tocaba con mis dedos.
Aunque la luz era fría,
puede que fuera el silencio.
El que cubre las montañas,
el que a valles da su verde
con ese frescor de invierno…
Tengo mis dudas y pienso
en qué es verdad y qué un sueño.
Y no me alcanza mi ingenio
para poder distinguir
de lo real, lo que invento.
Tus ojos sé que son sueño.
Tus besos son la verdad.
Tu cama país frontera
donde el refugio me espera.
¡Pasaporte para amar…!
Cuanto más sueño, más siento.
Cuanto más despierto estoy,
y más abrazo tu cuerpo,
más irreal me parece
ese increíble momento.
No distingo realidad
y lo confundo con sueños,
pero me gusta volar.
Lo que seguro no quiero,
es del sueño despertar.