El camino

Como si fuera el camino,
fui detrás de tus caderas.
Como si fueran estelas
de mi soñado destino.

Como si fueran señales
de humo sobre el horizonte.
Como si fueran mi norte,
donde no existen los males.

Y mis manos atrapando tus sentidos…
Y mis brazos rodeando lo que fuimos…

Como si fueran refugio
de nave, que a la deriva,
sobre la mar es cautiva
luchando contra este mundo.

Así tus ojos resultan
cuando me encuentro perdido.
Cuando no encuentro sentido
ellos a mi pena indultan.

Y mis besos y tus besos se encontraron…
Y mis labios y tus labios hoy se hablaron…

Tumbado sobre la vida,
siento las nubes y el viento.
Siento aquí tu sentimiento
como una fruta prohibida.

Y pido, al cielo que veo,
que no termine este cuento.
Que no se pare el momento
en que juego a ser Romeo.

Y mi cuerpo con tu cuerpo se fundieron…
Y mis olas en tu playa perecieron…

¡Camino, estela, refugio y beso!
La paz se encuentra sobre tu cuerpo.
¡Ojos, cadera, manos y cielo!
Cuando te pienso siento que vuelo…

©2018  J.I. Salmerón

Por ser madre

Almendros 017

Bajo esas plumas mullidas,
como nubes de verano,
eras refugio en mi vida,
nido al que vuelves volando.

Aunque por fuera de acero,
en la lucha a dentelladas
y siempre a cara de perro
por proteger tu camada.

A abrazar tú me enseñaste,
ir por la vida besando.
A perdonar el dolor
de los que me hacían daño.

Por horizonte, tu mano,
donde agarraba mis sueños,
llevándome por la vida,
ahuyentando así mis miedos.

Mi medicina tu voz.
Todos mis lloros consuelo
cuando besabas mi frente
y me acunaban tus cuentos.

Eras la sabiduría,
eras un pozo de ciencia
con tus clases magistrales
y tu infinita paciencia.

Hoy son recuerdos sin tiempo,
son pretéritos tus besos
aunque aún los sienta en el alma
y en sueños pueda tenerlos.

Fuiste la sacrificada,
tus hijos siempre primero.
Fuiste la envidia de madre
que yo soñé de pequeño.

Nunca podré devolverte
todo el Amor entregado,
pero sí podré contar,
orgulloso, tu legado.

© 2015  J.I. Salmerón