Fin de fiestas

¡Que apaguen luces y estrellas…!
¡Que cesen las panderetas…!
¡Que enmudezcan villancicos,
que ya acabaron las fiestas…!

Ya vuelve la madrugada,
avisando en la rutina,
que se apagaron los sueños
que los reyes prometían.

Abrazos y polvorones
con brindis de nuevo año,
y alguna lágrima amarga
por lo que estás recordando.

Enero ya se desliza
en año nuevo que empieza,
aunque nosotros subamos
por esta empinada cuesta.

Las fiestas, como es costumbre,
no duran lo que es debido,
y en un chasquido de dedos
su magia se ha concluido.

Atrás quedaros las risas
que entre regalos, envueltas,
fuimos colgando del árbol
para que fueran abiertas.

Pero nos queda el recuerdo,
y el abrazo que nos dimos,
al encontrarnos de nuevo
con aquellos que quisimos.

Total, solo queda un año
y de nuevo volveremos
a encontrarnos con la magia
en Navidad y Año Nuevo.

¡Felicitarnos las Pascuas…!
¡Poner las luces y estrellas…!
¡Y cantar los villancicos
al son de las panderetas…!

…Ya se acabaron las fiestas.
Nos atrapó la rutina.
Ya solo queda esperar
que llegue la Navidad
que está al volver de la esquina.

©2019  J.I. Salmerón

El regalo

Te pregunté qué querías
en tu cumpleaños de regalo.
Qué es lo que te gustaría
que, yo a ti, te pudiera comprar.

Qué vestido, joya, o viaje
querrías tú para celebrarlo.
Cuál es tu ilusión primera
que por fin te pueda regalar.

Y tú, sin dudar siquiera
ni un solo segundo en responder,
me dijiste que querías
versos escritos sobre un papel.

Que te gustaría, claro,
siempre que ello fuera posible,
besos de Amor en los labios.
Y un cálido abrazo ¡imprescindible!

Pasear mano con mano
entre hojas de chopos sin dueño.
Y encontrar sobre las nubes
la cama donde habitan los sueños…

¡Por eso voy buscando
entre palabras huecas
aquellas que más peso
tuvieran para ti!

¡Y en mi boca, los besos,
de Amor ya están cargados
para que al entregarlos
tú sientas frenesí!

¡Y en cuanto a los abrazos,
no se me han olvidado.
Serán como recuerdas,
abrazos de pasión!

¡Abrazos que traspasan
el alma al abrazarlos,
dejando dulce huella
dentro del corazón!

¡Y luego los paseos,
tu mano entre mi mano.
Y esos chopos sabiendo
que eres dueña de Amor!

¡Para al fin, en las nubes,
de nuevo, levitando,
culminen esos sueños
que soñamos tú y yo…!

Aún no sé si preguntarte
qué regalo quieres que te haga.
Me da miedo adivinarlo
y que el sueño termine en la verdad.

Yo te los regalaría,
pero tú ya sabes que no puedo,
tan solo soy un buen sueño
y los sueños no son la realidad.

Pero sí puedo ofrecerte
volvernos a ver a media noche,
cobijados en tu sueño,
bajo el gran manto de la irrealidad.

Y allí disfrutar de nuevo
de paseos, abrazos, y besos.
De los regalos que tengo
para que tú los puedas disfrutar.

©2018  J.I. Salmerón