Se coló una suave luz
al rincón de la habitación
donde el sol nunca se acostó
encontrando a la oscuridad,
donde siempre reinó el final.
Y su voz fue como un compás,
ese son que empezó a bailar,
que embrujó como si en el mar
cada ola que viene y va
le acunara en la tempestad.
¡Y pensó en dejar su huella
como un día al despuntar!
¡Como cada madrugada
lo hace en el amanecer!
¡Y quiso dejar su beso
hecho de luz!
¡Quiso repetirlo hoy
como hizo ayer…!
Era un claro de luz, tal vez,
una estrella que fue a perder
en la noche sombría y gris
el espacio donde colgó
la ilusión que un Amor le dio.
Y al brillar volvió a recordar
que en la sombra no quiso estar
y a su luna le dijo adiós
para entrar en tu habitación
al rincón donde no hubo sol.
¡Al entrar por la ventana
te buscó en la oscuridad!
¡Y bailó a ti tan pegado
que en tus ojos se vio la luz!
¡Es la estrella que brillaba
en el rincón!
¡Es la luz que siempre está
donde estás tú…!
…Esta noche no habrá lugar
donde tú vuelvas a sentir
el rincón de la oscuridad
donde el sol nunca quiso ir,
porque allí habrá una suave luz
que por ti siempre brillará…