Tostados
Tostando la tarde
…Solo el otoño yo vi
…Solo el otoño yo vi de mi brazo paseante,
solo tostados y pardos componían el paisaje.
Un color tan solo era el que llenaba el momento
y me tenía atrapado como cadenas de preso.
¡Bendito color marrón
el que tú guardas tan dentro…!
Ya lo sabía mi ayer, ya me avisó mi recuerdo,
que no debía caer en tan hipnótico sueño.
Pero yo me dejé hacer…, y si he de sufrir, lo acepto,
con tal de ver mi reflejo en esos ojos trigueños.
¡Bendita tú y tu color
de ojos tan hogareños…!
Si el fuego fuera marrón, de fuego yo vi destellos,
y es que tus ojos quemaban cuando mirabas, mi cielo.
¡Entre bosques navegué! ¡Entre las tardes sin dueño!
¡Entre las risas de un río que acompañaba lo nuestro!
¡Bendita toda esa magia
que por tus ojos pasea…!
…Pero los sueños terminan y el despertar los afea,
aunque este sueño, más bien, a partir de hoy comienza…
Y volverán muchas tardes que podrán ser como fiesta,
y tus ojos dos faroles para alumbrar a la orquesta.
¡Bendita sea la miel
que tus ojos me alimentan…!