Guardo conmigo algo tuyo
que no pensé en devolverte.
Algo que estoy bien seguro
que ya no recordarás.
Quizás fueran las palabras
que me dijiste al oído.
O tal vez fueran los besos
que a mí me diste a besar.
Lo tengo todo guardado
junto a las ganas de verte.
Junto a la dulce sonrisa
de tus labios carmesí.
Y tampoco te he devuelto
la mirada de tus ojos
que encendidos me gritaban:
“Hoy no te alejes de mí…”
Guardo también tus paseos
bajo los chopos del río.
Tu mano sobre mi mano.
Tu rubio pelo de sol.
Junto a la roja amapola
que una tarde me cortaste
marchitándose al instante
como lo hiciera tu Amor.
Puede que un día te llame
y te retorne el secreto.
Ya no hay miedo a que se enteren
de que una tarde te amé.
Es mejor que no haya nada
que un día tú me reclames.
Es mejor que nada te ate
a mi recuerdo otra vez.
Lo que no te devolveré
por mucho que me lo pidas.
Lo que guardo tan adentro
que no te podré entregar.
Son todos los sentimientos
de tantos bellos momentos.
Los que se agarran al alma.
Los que nos hacen llorar.
Aún guardo tuyo el ayer,
el resto puede marchar…
©2018 J.I. Salmerón