La luchadora

Juan I. Salmerón

Contra los dragones luchas a diario
en esta batalla dura que es la vida.
Espada en lo alto, armado tu brazo,
la coraza prieta que el dolor impida.

Siempre son las sombras negras acechando,
siempre los temores de salir vencida.
Pero tu coraje avanza paso a paso
para demostrarnos que eres la heroína.

Eres la estratega de los días pares
y con los impares haces maravillas.
Ni Juana de Arco te llega a la altura,
ni Isabel I, reina de Castilla.

Tu paso ligero no frenan los montes.
No hay valles ni ríos que te pongan freno.
Cuenta la leyenda que eres una sombra
que con su presencia abarca milenios.

Te crees tan débil como hoja de invierno
que el viento arrastrara a su voluntad,
pero eres el árbol, tan grande y tan fuerte,
que ni un huracán de moverte es capaz.

Tú eres ese ejemplo que estudian los libros.
Eres alma, arrojo, corazón, deseo.
La envidia de tantos otros luchadores
que ven tu figura al mirarse al espejo.

Eres sol y brillo en días perfectos.
Esa lluvia fina que nos da la vida.
Eres esas tardes que se van de lejos.
La que arropa estrellas en las noches frías.

Sigue con tu lucha incansablemente,
que no habrá dragones ni sombras oscuras
que sean capaces de hacerte desgaste
para que no sigas siendo la heroína…

© 2016  J.I. Salmerón