Tu olvido

Juan I. Salmerón

Se enganchó mi alma
en el alambre de espino
de tu olvido.

Y la herida dolió,
que no hay muerte peor
que ignorar que nos quisimos.

Se desangró mi corazón
y gota a gota fue tu adiós
el que borrara mi pasado.

Y fue el silencio
el que extendiendo su querer
me fue abrazando hasta matarlo.

Todo de pronto se paró
y hasta la vida en su correr,
como cascada de ese río,

dejó de pronto de avanzar
para mecerse en mi recuerdo
como remanso en remolino.

Ya no supiste más de mí,
ya no imploré que me durmieras
entre los brazos de tus besos.

Por eso huyó mi sentimiento
en ese barco que fue abril,
para alejarse poco a poco de tu cuerpo.

Y navegar en el adiós
desde las playas de carmín
que yo en tu labio como ola emborroné

al despedirme aquella vez
con lágrimas llenas de Amor
que hoy tristemente en mi recuerdo son ayer.

Que tu olvidar fue mi morir
y tu partida un gran dolor
donde mi alma fue sufrir
entre los dientes de un adiós…

© 2015  J.I. Salmerón

Como una puesta de sol

 

Juan I. Salmerón

Como una puesta de sol
tus ojos se van cerrando
al intuir que mis labios
de tu besar se hacen cargo.

¡Un beso…!
Tan solo un beso te pido
envuelto de un abrazar
para que no coja frío…

Y de tu abrazo… ¿Qué digo…?
fue tan intenso el momento
que aún oigo tu palpitar
poniendo cerco a mi cuerpo.

Y es que hay abrazos de sueño,
abrazos que son milagro
porque devuelven la vida
según somos abrazados.

Es tu mirar mi destino,
tus ojos son carceleros
y mi vista, encadenada,
se ha condenado a quererlos.

…Nos protegía el silencio,
solo los besos se hablaban
y el deslizar de mis manos
sobre tu cuerpo paseaban.

Y mi boca un carrusel
que sube y baja en tu cuerpo
dejando besos de miel
tatuados en tu pecho…

De nuevo el tiempo chocó,
con sus agujas de acero,
la vuelta a la realidad
que nuestros besos no vieron.

La despedida fue reina
de esos últimos segundos
que nuestras manos se hablaban
y en el mirar fuimos uno.

El Amor es todo tiempo
y el tiempo es lo que faltó
para llenarnos de Amor
cada rincón de los cuerpos.

…Como en un amanecer
la luz de nuevo cegó
el sueño de realidad,
el que vivimos tú y yo…

© 2015  J.I. Salmerón

No encontré palabras

Juan I. Salmerón

Como hoy no encontré palabras
solo te mando un abrazo,
y un beso, y un despertar,
y un corazón alocado…

Porque hoy solo fue tu nombre
en que encontré en las palabras
que tantas y tantas noches
mi alma, inquieta, buscaba.

Como hoy no encontré tus ojos,
ansiados por mi mirada,
me acerqué a tocar tu cara
entre mis sueños de almohada.

Pasearon por tu rostro,
de tu mejilla a tus labios,
y allí solo el suspirar
se escuchaba entre mis manos.

¡Que no encontraba palabras
que al fin pudieran contarlo
y solo un soplo de Amor
se escapaba de mis labios…!

Mientras pienso qué decirte
yo te sigo, Amor, mirando
y mi mente, aún sin letras,
tan solo piensa en besarnos.

Que si es Amor lo que buscas
no necesitas hablarlo,
solo caricias y besos,
solo miradas y abrazos.

Y si no puedo decirte,
porque no encuentro palabras,
tan solo déjate amar
hasta que  te atrape el alba.

…Como hoy no encontré palabras
solo será el sentimiento
el que en ausencia de voz
te contará lo que sueño.

© 2015  J.I. Salmerón

Prefiero no pensar en lo que fuimos

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Prefiero no pensar en lo que fuimos.
No hay nada que arreglar.
Al fin y al cabo,
aquello es lo que trajo este destino.

Prefiero no sentir profundamente.
No hay tiempo para amar.
Después de todo,
la falta de emoción no fue consciente.

De pronto se borró en mi alma ese dulzor
de aquel atardecer que fue paseo.
Amargos cual limón volvimos al vagón
que separo el “tú y yo” en nombres nuevos.

Y vimos bifurcar nuestros caminos
en cruel destino.
Y echamos a la espalda tantos años
de Amor vividos.

Y no supe de ti ni en los recuerdos.
Que no quise fingir.
De buena gana
hubiera convivido con tus besos.

Y tú no me encontraste o no quisiste.
No te gustó mentir.
Aunque hoy yo dude
si en cada amanecer mi sueño viste.

Pasaron estaciones por mi vida.
Y siempre el mismo andén.
Y nunca te encontré.
Y así yo mis billetes consumía.

Tal vez fueras la nube de ese cielo.
Y mis ojos al suelo.
Buscando tu pisar
detrás de aquella huella que hoy recuerdo.

Tratamos a la vida como a un perro.
Atada a una farola.
Muriéndose de miedo.
Sin agua y sin Amor como alimento.

Por eso ella pagó sin corazón
tu vida errante.
E igual moneda
a mí me devolvió por obstinarme.

…Y siempre una lección por aprender.
Cuando un examen no sabes leer,
palos de ciego…

© 2015  J.I. Salmerón

¡Te invito a otro baile…!

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¡Te invito a otro baile…!

Otro de esos bailes que recordarás…
Que recordaremos en nuestras tardes,
cuando ya ancianos recordemos…

¡Tantos besos…!
¡Tantas lunas…!
¡Tantos tiempos…!
¡Abrazados en un sueño, en este sueño…!

Puede que te quedes atrapada
entre las lágrimas del tiempo,
que se ahoguen tus recuerdos…

Que te sientes a esperar
otro regreso del Amor que un día,
al ponerse el sol,
se quedó preso y de ti
tan lejos…

Puede derretirse tu intención,
y que tu voluntad no pueda soportar esto.
Y llores…

Y se batan tus alas
en un intento desesperado
de recobrar de nuevo el vuelo,
pero no puedas pasar del suelo…

Puede que recuerdes, o que olvides,
que todo puede ser dentro de un verso.
Pero baila, que bailando se podrá poner tu risa,
por momentos, en tu cara de Amor sincero,
aunque por dentro, tu alma, esté muriendo.

¡Baila conmigo, por favor…!
…Y baila lento…
Sintiéndonos la piel,
sintiéndonos los besos…

Aunque nos tiemblen nuestras piernas
por no aguantar, del alma, tanto peso…

…Te invito a otro baile…

A otro de esos bailes que recordarás,
que, juntos, recordaremos…

© 2015  J.I. Salmerón

Pero no puedo…

Juan I. Salmerón

¡Quisiera ser tantas cosas…!

Quisiera ser avión, y bosque verde,
y nube loca.
Quisiera ser tu voz cuando me llama
por las noches.
Quisiera ser la luna por su cara
más oculta
cuando sé que la busca tu apenar
en noches tristes…

Quisiera ser tu ropa
y abrazarte.
Quisiera así tocar
tu cuerpo entero.
Quisiera ser el agua
que te calme
cuando tu sed secara
tu recuerdo.

Quisiera ser verdad, Amor,
y cielo.
Quisiera ser la cama en que
tú duermes.
Quisiera ser sendero, andar
por siempre.
Quisiera ser el ramo
que tú hueles.

Quisiera ser real y no
ese sueño
del beso que de noche
te entretiene.
Quisiera ser el mar,
y en clara noche,
ser del cielo estrellado
aquel lucero…

¡Quisiera ser tantas cosas…!

Pero no puedo…

© 2015  J.I. Salmerón

Ladrón de corazones

Juan I. Salmerón

En un cajón, bajo llave,
a salvo de las miradas,
guardo entre besos de sueño
mis corazones robados.

Me los apropio de noche
cuando me cuelo en silencio
por el balcón de las almas
y con mis rimas los rapto.

¡Me gusta su palpitar
cuando pronuncian mi nombre…!
¡Disfruto su suspirar
cuando acaricio en un roce…!

Ladrón soy de corazones
armado de pluma y verso.
Licenciado atracador
de guante blanco en mis dedos.

Yo soy ladrón por derecho.
Timador de la palabra.
Salteador de recuerdos
que luego en tinta regala.

¡Y no hay ley que me detenga
ni cárcel de muros alta
que a mis sueños de ladrón
los desvelen en mañanas…!

Por eso pido indulgencia
y de rodillas confieso
que robé tu corazón
para hacerte un bello sueño.

Así que deja cerradas
las ventanas de tu alma
si quieres que un servidor
en tu interior no atracara.

…Aunque si anhelas soñar
al corazón no eches llave,
que yo seguiré al acecho
para entre sueños robarte…

© 2015  J.I. Salmerón