Tu encuentro

Juan I. Salmerón

Te vi acercarte de lejos
y tu sonrisa iluminó
por un instante mi cielo.

Solo quise que tus ojos,
cuando cruzaran los míos,
fueran de mirada eternos.

Y tus palabras, calladas.
Y tu respirar soneto.
Y que tus catorce versos
puedan mis labios beberlos…

Sentí caer esos copos
de nieve sobre el recuerdo
que difuminan tu cuerpo.

Y tu imagen poco a poco
se hizo difusa y lejana
entre tormenta de invierno.

¡Son tan cortos los minutos
que comparto junto a ti
que maldigo a ese reloj
que abraza tímido el tiempo…!

Solo las manos cogidas
tuvimos entrelazadas
unos escasos momentos.

Que nos faltó más valor
para decirle al Amor
que se abrazaran los cuerpos.

De nuevo vuelta al adiós.
Y otros dos tímidos besos
en las mejillas nos dimos,
junto a las bocas en celo.

Te vi marcharte de nuevo
y aquel cielo tan azul
se volvió gris por momentos.

Y mi sonrisa mudó
volviéndose desespero
al no parar ese tiempo.

De otro gran sueño despierto.
Que cuando sin ti yo duermo
siempre sueño con tu Amor,
por eso tanto te sueño…

© 2016  J.I. Salmerón

La luchadora

Juan I. Salmerón

Contra los dragones luchas a diario
en esta batalla dura que es la vida.
Espada en lo alto, armado tu brazo,
la coraza prieta que el dolor impida.

Siempre son las sombras negras acechando,
siempre los temores de salir vencida.
Pero tu coraje avanza paso a paso
para demostrarnos que eres la heroína.

Eres la estratega de los días pares
y con los impares haces maravillas.
Ni Juana de Arco te llega a la altura,
ni Isabel I, reina de Castilla.

Tu paso ligero no frenan los montes.
No hay valles ni ríos que te pongan freno.
Cuenta la leyenda que eres una sombra
que con su presencia abarca milenios.

Te crees tan débil como hoja de invierno
que el viento arrastrara a su voluntad,
pero eres el árbol, tan grande y tan fuerte,
que ni un huracán de moverte es capaz.

Tú eres ese ejemplo que estudian los libros.
Eres alma, arrojo, corazón, deseo.
La envidia de tantos otros luchadores
que ven tu figura al mirarse al espejo.

Eres sol y brillo en días perfectos.
Esa lluvia fina que nos da la vida.
Eres esas tardes que se van de lejos.
La que arropa estrellas en las noches frías.

Sigue con tu lucha incansablemente,
que no habrá dragones ni sombras oscuras
que sean capaces de hacerte desgaste
para que no sigas siendo la heroína…

© 2016  J.I. Salmerón

De besos lleno la fuente

Juan I. Salmerón

De besos lleno la fuente
donde beban hoy tus sueños.
Abrazos cuelgo en las perchas
de los armarios del alma.

Y si te sientes con frío
y has perdido la esperanza,
cubre en mi abrazo tu cuerpo
y sacia tu sed de Amor
en los labios de mi agua.

Si esta noche pasa lenta,
si hoy desvelas tu secreto
a la luna cuando baje
a acurrucarse en tus sueños.

No te olvides de contarle
que soy feliz con tus besos
que entre tus brazos son dulces,
a pesar que la distancia
robe insistente el momento.

Como decirte esta noche
que yo he llenado mi sueño
de tanto que te imagino,
de lo que te echo de menos.

Que me rebosa el sentir
de la emoción de tu cuerpo
cuando en abrazo se funde
tu corazón en mi pecho
dejando tanto recuerdo.

¡Desbordas mi pensamiento
y se incendia mi deseo
de repartirnos los besos
que nos debemos a cientos…!

No dejes que se apodere
la nube que cubre el cielo
de la luna de tu Amor.
Si quieres seguir volando
en mi sueño yo te espero.

© 2016  J.I. Salmerón

No pude verte partir

Juan I. Salmerón

No pude verte partir.
Y cerré mis ojos
como si ese triste momento
no fuera nunca a suceder.

Te marchaste despacio,
y nunca llegué a saber
si quizás fui yo
el que te dejara huir.

La mañana me tumbó,
y el frío de ese agosto
traspasó mi corazón
dejando hielo en mi recuerdo.

Yo volví sobre mis pasos,
que marcados en asfalto
de ilusión en su venida,
ahora en barro naufragaban.

Y mis lágrimas ahogadas
en la angustia del adiós
se bañaban con su sal
junto al mar de tu partida.

En mi mente esa canción
que escuchaba aquella noche
donde tu ser y mi Amor
al final ponían vida.

Y se olvidaron mis manos
de tu rostro en sus caricias.
Y tu voz enmudeció
como el viento que no silba.

Y después llegó la tarde,
y la noche, y otra tarde,
y otra vida sin razón,
y el pasar de un nuevo día…

No pude verte partir.
O quizás no quise imagen
que dejara en mi recuerdo
a tu amor en despedía…

…Todo sueño, en lo peor,
se convierte en pesadilla.
Fue lo mismo que tu Amor,
que yo esperaba un sillón
y no fue siquiera silla…

© 2016  J.I. Salmerón

Color otoño

Juan I. Salmerón

…Tus dos ojos
siempre juntos,
como mi Amor
tras tus pasos.

Tus dos brazos
esperando
a encerrarse
entre mis brazos.

tus mejillas
sonrojadas,
como esa pasión
que guardo.

Tus andares,
el paisaje
donde entre sueños
me escapo.

Y la pasión
de mi vida,
tus labios
siempre
besando…

Tú siempre
eres el color
de ese otoño
que yo amo.

Tú llenas
mi corazón
con pinceladas
de cuadro.

Cada color
que desprendes,
paisaje
recién pintado.

Eres poema
y canción
en mi corazón
llorando.

Y la pasión
de mi vida,
tus labios
sobre
mis labios…

Cada día hay un Amor
que tú
me regalas mirando.

Y mirándote
te entrego
todo mi Amor de regalo…

© 2016  J.I. Salmerón

Tú eres, yo soy…

Juan I. Salmerón

Tú eres,
un grito en el sol.
Tú eres,
un eco de voz.
Tú eres,
el mar que me cubre.
Tú eres,
pasión y dolor.

Me esperas soñando.
Me besa tu sombra.
Me sientes cercano.
Me abrazas ansiosa.
Me miras de ayer,
de hoy me recobras…

Yo soy,
silencio en la sombra.
Yo soy,
palabra callada.
Yo soy,
la última ola.
Tan solo,
azul de mirada.

Te sueño despierto.
Te beso y no llego.
Te siento a lo lejos.
Te espero en mi sueño.
Te miro de hoy,
de ayer te recuerdo…

© 2016  J.I. Salmerón

Ahora que es tan invierno

Juan I. Salmerón

Ahora que es tan invierno
y en mi alma se cuela el frío.
Ahora que este silencio
va inundando el corazón.

Me encantaría llevarte,
aunque asomara tu risa,
dentro de mi bolsillo,
guardada en el pantalón.

Así, cuando me faltara
el roce de tu presencia,
cuando el recuerdo del beso
fuera tan frío como hoy,

con solo meter la mano
buscándote con mis dedos,
entre recuerdos añejos
encontraría tu Amor.

Y escogería tus labios,
aquellos que me nombraban
y bajo luna de plata
eran mi cuna al soñar.

O esos abrazos al alma
que envueltos de madrugada
comenzaban siendo río
y nos llenaban de mar.

Quisiera que te vinieras
escondida en mi camisa,
con mi botón atrapada,
tocándome el corazón.

Y si me cala la lluvia
o si la nieve me tapa
solo al sentirte tan cerca
mi tristeza se hace sol.

Por eso cuando es invierno
y mi alma llora de frío
muy dentro de mis bolsillos
llevo un poco de tu Amor…

© 2016  J.I. Salmerón

Hoy soy tango y voy muy lento

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Hoy soy tango y voy muy lento.
Hoy mi baile es la emoción
que va arrastrando mis pasos
con este hondo penar.

Me atraviesa lado a lado
este sentir de recuerdo
y en un bailar tan profundo
me voy dejando llevar.

Hoy pasa mi vida lenta
como un adiós sin partida,
acunando en despedida
aquel Amor que no fue.

Y paro y templo el momento
con la cadencia del son
juntando pecho con pecho
y tu mejilla a mi piel.

Lisonjero fue tu abrazo,
bacana vida buscabas,
y yo el otario perfecto
tan fácil de chasquear.

No me vengas con milongas
que soy tango y voy tan suave
que la emoción no me cabe
y me oprime al respirar.

Que tus quilombos son tuyos
¡vaya un merengue tenés!
Que yo fui solo un querer
en brazos de una emoción.

Y llora mi alma en silencio
y mis lágrimas son teclas
que en su sonar me recuerdan
a un triste bandoneón.

…Hoy soy tango y voy a rastras
del peso del corazón…

© 2016  J.I. Salmerón

Me gusta cuando te observo

Juan I. Salmerón

…Me gusta cuando te observo
como si fuera delito.
Mi corazón se desboca
al contemplarte escondido
y espiando desde lejos,
como un chiquillo atrevido.

Y como un niño
te miro y te río,
y te beso, y te juego,
en la distancia…
Como un niño,
bajo el sentir de tus brazos,
acurruco hoy en tu Amor
toda mi alma.

Y todos mis sueños
tú los guardas limpios
en tu mirada.
Y te observo…
Y te abrazo…
A pesar de estar tan lejos.
A pesar de la distancia…

Tus ojos eran la fuente
donde bebían mis besos.
Tus ojos me transportaban
a ese jardín de mis sueños.

Tus ojos y tu mirar,
Y tus besos,
que me dieron la magia
que acompañó a esa noche
de luna clara
donde mi corazón los vieron…

…Me gusta cuando te observo.
A pesar de no tenerte.
A pesar de ser recuerdo…

© 2016  J.I. Salmerón