Ganas de llorar

Hoy solo tengo ganas de llorar,
y lleno con mis lágrimas un ancho río.
Mis penas la corriente las arrastrará
y formarán las olas de algún mar vacío.

Hoy solo tengo lástima al hablar,
por eso callan frases, han enmudecido.
Hoy el silencio empuja la sombra al pasar
convirtiendo calles que antes eran sol, en frío.

Si pudiera parar de repente la lluvia…
Si pudiera volver el pasado en que fuimos…
Si pudiera volar…
Si pudiera cambiar cada paso al andar,
caminando hacia atrás, volvería al olvido…

Hoy solo puedo pensar que no estás.
Que la vida es un juego cruel del destino.
Que la historia que empieza sí tiene final,
y que el sueño ideal, solo es un cuento chino.

Hoy tan solo puedo contemplar
cómo sale la luna al final del camino.
Hoy tan solo da tiempo a mirar y callar,
y otra lágrima más va llenando ese río.

Si pudiera de nuevo volver a empezar…
Si pudiera encontrar la salida en lo oscuro…
Si pudiera soñar…
Si pudiera llenar de humo la soledad,
te podría esconder hasta que pase el frío…

Hoy solo tengo ganas de llorar.
¡Y que pronto de aquí pueda ya despertar,
y pensar que esto, al fin, un mal sueño haya sido…!

©2019  J.I. Salmerón

Coraje de luchador

¡Que paren el cielo, que lo detengan…!
Condenen su azul a la oscuridad.
¡Que no sople el viento entre las mareas…!
Pues suena a lamentos su respirar.

Y en el cielo se ha visto llorar al viento.
Y en el viento, este cielo, se fue a apagar.
Y el azul se hizo negro de cueva y hielo.
Y en la brisa, soplando, se fue a guardar.

¡Que todas las nubes se vayan presas…!
Nos llenan de sombras el ancho mar.
¡Que apaguen el brillo de cada estrella…!
Que a solas, el mundo, hoy quiere estar.

Y en las nubes, los sueños, se van volando.
Y en el mar, cada sombra, se echó a nadar.
Y a una estrella, en lo oscuro, se oyó llorando.
Y en un mundo, tan solo, qué solo estás…

¡Pero vino la lluvia, que todo limpia!
Como limpia si lloras por la verdad.
¡Y con viento del norte, con nuevos aires,
el azul en los cielos volvió a gritar!

¡Y las nubes montaron sobre la brisa!
Y sus sombras besaron suaves el mar.
¡Y los puntos de estrellas, como bombillas,
encendieron la noche y cada mirar!

…Las batallas internas que tiene el alma,
las que hieren profundo en el corazón,
no las des por perdidas, hay esperanza,
¡Como el cielo y la nube…!
¡Como el viento y la estrella…!
Si le pones coraje de luchador.

©2019  J.I. Salmerón

El alma se ha derrumbado

El alma se ha derrumbado,
como la casa vacía…
El alma, sin su tejado,
moja con lloros su vida.

Y cada tabla, y su clavo,
clavan su extremo a la viga.
Y cada viga, en su palo,
van sujetando los días.

En cada puerta que abría,
una emoción contenida.
En cada puerta cerrada,
él su misterio tenía.

¡Ladrillos que andan sujetos!
¡Cemento que cierra heridas!
Y maquillando paredes,
una de cal blanca y viva.

Eran de alegres chillidos
sus pasillos y caminos.
Hoy solo pasa el silencio
corriendo sin hacer ruido.

¡Y la tarde hacia lo oscuro…!
¡Y la mañana en domingo…!
Y una noche, con estrellas,
hasta quedarse dormido.

Empuja así el sentimiento
paredes, tejas, y nidos.
Empuja cada madera
con vientos enfurecidos.

A veces sale el recuerdo,
paseando despacito,
atravesando jardines
que hoy llenan cardos con pinchos.

El alma se ha derrumbado.
El corazón tiene frío.
La pena vive en la calle.
La casa, sin su tejado,
ya no les presta cobijo…

©2019  J.I. Salmerón

Aún pienso en ti

Aún pienso en ti.
Como ayer te pensaba,
como hoy yo te pienso,
como lo haga mañana…

Aún pienso en ti.
Y ninguna palabra
se esconde en mi boca,
como en aquellas tardes
donde muda, mi habla,
no atinaba a decir
todo lo que te amaba…

Y si un día de nuevo
tu mirada y mi sino
vuelven a las andadas,
yo no quiero, y lo siento,
que tú esperes de mí
ni una sola palabra.

Solo tengo por darte
un abrazo. Uno intenso,
uno largo y profundo,
uno que cale hondo,
rebosante en pasión,
de esos que se nos clavan
despacito en el alma.

Ya lo sé, lo he vivido,
que los sueños que sueñas,
los que nos acompañan
cuando llega la noche,
son pompas de jabón
que si soplas muy fuerte
o acaricias sin tacto,
sin poder evitarlo,
delante de nosotros
van y explotan de pronto.

Desvanece ese sueño
que tan fuerte has soñado…

Aún pienso en ti.
Aunque a veces yo dude
si al pensarte tan fuerte
eres como esa pompa
que se rompe en pedazos
y ante mí, desvaneces.

Aún pienso en ti.
Algunas tardes…
Algunas noches…
Algunas veces…

©2019  J.I. Salmerón